200. El diario de Laura (en un funeral)

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El regreso de Jimi a la escuela me tenía un poco ansiosa y muy alerta. Después de unos cuantos días sospeché que escondía algo y tuve razón porque él me había engañado (junto a Alex) al decirnos que estaba bien y que no pasaba nada. Me dolió un poco que me mintiera de nuevo pero lo entendía. Pasó demasiado tiempo pretendiendo estar bien que era normal hasta cierto punto que no pudiera dejar de hacerlo. Además Neil ya nos había advertido que Jimi tendría comportamientos raros de vez en cuando. Sin embargo a mí me hubiera gustado que nos advirtiera que Jimi le haría un funeral a su pez dorado. Nos envió una invitación virtual a todos que decía lo siguiente:

"Están cordialmente invitados al funeral en memoria de Doradito, el mejor pez dorado que ha existido en el mundo. El evento se llevará a cabo en el jardín de mi casa. No es necesario llevar nada porque el cadáver de Doradito fue arrojado cruelmente al excusado y por lo tanto no estará presente. Se agradecen todas las muestras de apoyo. Que descanse en paz Doradito.

Jimi”

Mi primer reacción al leer esto fue llamar a Jason y preguntarle si recibió una invitación también.

— También me invitaron— dijo él con tranquilidad—. Pero no sé si debo llevar flores. Estaba pensando en mejor llevar comida.
— ¿Cómo es que no te sorprende que Jimi quiera hacerle un funeral a su pez dorado muerto?— le dije alterada.
— Doradito fue la mascota de Jimi por mucho tiempo y le tenía cariño— me dijo Jason—. Aún si el pez no hacía nada más que estar en su pecera existiendo.
— Sí pero no tiene el cadáver siquiera, ¿Qué caso tiene hacerle un funeral?
— Creo que es más algo simbólico. Doradito se fue al mismo tiempo que una etapa en la vida de Jimi. Tiene sentido que quiera darle un cierre.
— ¿Significa que este es un evento que le ayudará a superar esa horrible y oscura etapa en su vida?— dije.
— No lo sé pero ojalá— dijo él—. Creo que si está haciendo esto es porque tiene intenciones de dejar algunas cosas atrás. Será algo bueno, no te preocupes.

Me quedé más tranquila luego de hablar con Jason. Pero por la tarde Will me llamó para comentarme el mismo tema y mi ansiedad volvió.

— Si Jimi llora, ¿Qué hago?— preguntó preocupado—, además no fui muy cercano a Doradito, siento que sería muy hipócrita que yo vaya.
— Will, era un pez dorado, ni el propio Jimi era cercano a él.
— Alex me contó que Jimi le tenía cariño, lo podía distinguir de otros peces dorados y esa en mi opinión es una habilidad extraordinaria— dijo él—. Por eso Zac considera que lo mejor es llevar un pastel en forma de pez, para honrar su memoria.
— Debe ser una broma— dije sorprendida.
— No, es verdad, Zac está horneándolo ahora con ayuda de Alex y Neil.
— Siento que esto se está saliendo de control— dije—. Es demasiado para una mascota.
— Jimi se lo está tomando muy en serio— dijo Will—. Neil dice que eso podría significar algo bueno.
— Entonces hay que desear que sea así.

Sin embargo así no fueron las cosas. Al día siguiente llegué a la casa de Jimi muy puntualmente y noté que efectivamente ese era un funeral de verdad. Habían muchas cosas en el patio de su casa, hasta una foto del pez enmarcada rodeada de flores.

— ¿Tenías una foto del pez?— dije mientras me acercaba.
— Laura, gracias por venir— me dijo Jimi—. Significa mucho.
— ¿Todavía no llegan los demás?— dije.
— Will y Zac están adentro con mis padres— dijo Jimi—. Se encontraban aquí pero Will se puso sentimental y se fue adentro con Zac.

Definitivamente todos se habían tomado eso muy en serio, hasta me sentí menos tonta por vestirme de negro. No lo iba a hacer porque pensé que nadie más lo haría pero al parecer la invitación de Jimi sí fue muy convincente. Fui adentro de la casa. Will estaba en el sofá principal mientras miraba una foto de Doradito. Me acerqué.

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