23. El diario de James (en su trono)

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Las cosas habían cambiado bastante en tan pocos días. Yo me había vuelto... mejor. O peor. Era difícil saberlo a esas alturas. Pero comencé a darme cuenta de los cambios gracias a Bran. Porque él estaba ayudando a Rocky en el gimnasio una tarde a entrenar y entonces intentó un movimiento que quise aprender. Era una especie de llave para inmovilizar al rival. Me dijo cómo hacerla y cuando intenté practicarla con él, dijo que me había vuelto más fuerte.

— De ninguna forma— dije.
— Claro que sí. Aplica un poco más de fuerza y ya puedes hacerle esto a cualquier persona que se acerque a ti. No podrá escapar— dijo.
— Me parece imposible— dije—. Casi todo el mundo es más grande y fuerte que yo.
— Entonces aprovecha cuando menos se lo esperen. Ya sé, practiquemos con Stefan.

Él llevaba dos días sin hablarme. Seguía estando a mi lado porque era su trabajo pero me ignoraba si podía. Además me daba algo de espacio como en ese momento en donde se quedó en la puerta fumando. Clint no estaba así que no debía preocuparse por él.

— De acuerdo— dije.

Lo llamé. Él no se negaba a nada que le pedía. Porque básicamente su vida estaba en mis manos. Fue listo y decidió no decirle nada a Clint. No le creería de todos modos. Estaba tan atrapado que no le quedó de otra más que quedarse callado. Debía odiarme mucho. Por eso decidí que lo molestaría todo lo que quisiera. Era mío prácticamente.
Lo llamé. Se acercó. Tiró su cigarrillo en el suelo y lo pisó para apagarlo. Luego se acercó, Bran me dio la señal con su mirada, me acerqué y le apliqué lo que acababa de aprender. Como se trataba de Stefan, no me contuve. No me importaba lastimarlo. No se quejaría de todos modos.
Al parecer que yo pudiera hacer eso le sorprendió tanto como a mí.

— ¡Lo lograste, te dije que sí podías!— dijo Bran.
— ¡Bien hecho hermanito!— dijo Rocky—, ¡Ahora deja que yo te enseñe otra cosa!

Solté a Stefan. Su cara eran la misma de siempre: indiferente y cansada. Pero su seño se veía ligeramente más fruncido que de lo normal. Se alejó de ahí.

— Pensé que se quejaría pero no lo hizo— dijo Bran—. Qué raro. Es decir, nunca fue alguien hablador pero tengo la sensación de que no habla para nada últimamente.
— Tal vez no está de humor— dijo Rocky—. Además es mejor así. No quiero escucharlo. Sigo sin poder creer que nos delatara.
— Pero eso salió bien— dije—. No tuvimos problemas y ahora tienen oficialmente el permiso de Clint.
— Aún así nos traicionó una vez. Podría volver a hacerlo— dijo Rocky.
— No creo que eso pase— dije.
— ¿Cómo estás tan seguro?— me preguntó Bran.
— Pienso que ya es uno de nosotros. Podemos confiar en él— dije.
— Yo no lo haré— dijo Bran—. No me agrada.
— Porque sigues enojado por aquella vez que te ganó— le dijo Rocky.
— Siempre me ha dado curiosidad eso— dije—. Él no parece del tipo de persona que haría algo que fuera en contra de los deseos de Clint pero participó en una pelea ilegal.
— Fue porque lo reté— dijo Bran.
— ¿Sólo por eso?— dije.
— Tuvieron una pelea porque una vez Clint mandó a Jack a otra parte y escogió a Stefan como su reemplazo temporal— dijo Rocky.
— Obviamente me molestó, si alguien tiene que reemplazar a Jack ese debo ser yo— dijo Bran.
— Y ya te dije mil veces que Clint te hubiera escogido si no fueras tan hablador— le dijo Rocky.
— Pues yo no iba a cambiar mi alegre personalidad sólo por eso— se quejó Bran.
— Entonces lo retó a una pelea cuando estaba ebrio— me dijo Rocky—. Pero no fue simplemente a desafiarlo, lo insultó de manera personal y con toda la intención de que aceptara.
— ¿Y Stefan aceptó fácilmente?— dije.
— Sí, cualquiera lo hubiera hecho— dijo Rocky—. Bran le dijo que si no peleaba sería un inútil como su hermano.
— ¿Stefan tiene un hermano?— dije sorprendido.
— Sí, es un tipo que casi siempre está ebrio. Debe tener 30 años. Es un desastre— dijo Rocky—. Le debe demasiado a Clint, no sé por qué pero dicen los rumores que es tanto que básicamente ni con su vida podría pagarlo. Quizá por eso no le importa qué pase consigo y se la pasa cayéndose de ebrio. Stefan se deslindó de él por completo, quizá por eso. Y como los que estamos con Clint somos demasiados en todas partes se sabe esa historia. Hasta los hombres que trabajan para Gerald lo saben.
— No debí decirle que era un inútil como su hermano porque es obvio que no lo es— dijo Bran—. Él se ganó el respeto y confianza de Clint por sí mismo, aún cuando el nombre de su hermano manchaba al suyo. Pero como Rocky no me detuvo, le dije todas esas cosas.
— Yo también estaba ebrio esa noche— dijo Rocky—. No podía hacer nada. Pero Stefan aceptó y pelearon. Fue grandioso.
— Sí, hasta ese momento las únicas personas que podían competir contra mí eran sólo los más cercanos a Clint y probablemente Mich— dijo Bran.
— Pudiste ganar— le dijo Rocky—. Pero él es muy hábil.
— Ganaré la próxima vez— dijo Bran—. Si es que hay una.
— ¿Cuál es el nombre del hermano de Stefan?— dije.
— Boris— dijo Rocky—. Es un sujeto muy raro.
— ¿Dónde estará ahora?— dije.
— Por ahí, cayéndose por tanto alcohol— dijo Bran.

Rupturas de PasilloWhere stories live. Discover now