72. El diario de James (y una visita inesperada)

50 14 31
                                    

Después de armar bien mi teoría del porqué yo era tan importante para Clint, me surgieron muchas preguntas. Una de ellas era sobre nuestras primeras conversaciones. Así que en el receso de la escuela aproveché para buscar a Mike. Dejé a Bran con Gigi. Me había estado reuniendo con ella en la cafetería junto con Letty. Ambas se llevaban muy bien aunque ninguna quería admitir que eran amigas quizá por orgullo. Al menos ya no peleaban entre ellas.

Encontré a Mike en la parte trasera de un salón de clases junto a sus amigos.

— Debemos hablar— le dije.

Al principio me miraron con miedo. Pero al darse cuenta de que estaba solo, se relajaron más y siguieron hablando entre sí aunque con cierto recelo.

— ¿De qué?— dijo Mike.
— De algo que no creo que quieras que todos ellos sepan— dije.

Me miró mientras parecía tenso.

— Yo sí quiero saber— dijo un sujeto.

Me acerqué a él. Lo miré mientras parecía serio.

— No hablaba contigo— le dije.
— Amigo, relájate— dijo él y se le ocurrió la terrible idea de tocar mi hombro.

Tomé su brazo, lo doblé hacia atrás, él se inclinó un poco y en un movimiento rápido lo sometí porque sus rodillas se vencieron. Empujé más su brazo. Suplicó que lo dejara en paz.

— Sólo mis amigos me tocan— le dije—. Y tú no eres mi amigo.

Lo solté porque si seguía así podría dañarle el brazo seriamente. Al menos eso había dicho Rocky cuando me enseñó ese movimiento.

— Vete— dije.

Él salió corriendo. Los demás lo hicieron lentamente. Mike se quedó ahí aunque parecía tener ganas de desaparecer.

— Hablemos— dije con una sonrisa.

Me senté en el suelo. Le señalé que debía hacer lo mismo.

— ¿Quién te golpeó esa vez que te veías tan terrible?— dije.

Me miró. Parecía asustado.

— Tus... tus amigos— dijo temeroso.
— ¿Podrías decirme específicamente quién de ellos?
— El bajito simpático.
— ¿Bran?
— S... sí.
— ¿Te dijo por qué lo hizo?
— No... estaba con el otro...
— ¿Rocky?
— No— dijo—. Con el atractivo.
— Clint— dije—, ¿Y qué te dijo?
— Que no me acercara a ti o a tus amigos. Y lo hice. ¡Te juro que no he buscado a Alex para nada!
— Espera... ¿Crees que te golpeó por Alex?
— Tú... tú le pediste que hiciera eso para que me alejara... ¿No?

Sospechaba que así podrían ser las cosas. Pero no quería aceptar que Clint era demasiado miserable. Sin embargo en ese momento no me sorprendía. Él hizo que su hermano se suicidara, más que miserable era un monstruo total.

— ¿Alguna vez planeaste hacer algo en mi contra?— dije.
— ¡Jamás!
— No te creo.
— ¿Por qué haría algo contra ti si tú sabías cosas sobre mí que podrías decir para destruirme? ¡Cumplí mi parte, me alejé de Alex y no volveré a mirarlo siquiera pero por favor déjame en paz!

Era cierto. Mike era un cobarde, jamás intentaría algo. Pero Clint me hizo creer que así era para que yo le pidiera ayuda y me tuviera bajo su control. Para que le debiera un favor. Para poder tenerme.

— Bien. Vete— dije.

Se levantó y se fue corriendo. No me había mentido. Parecía que iba a orinarse encima del miedo. Además él estaba totalmente en desventaja sobre mí. Yo sabía sobre su homosexualidad. Además de que podía romperle el brazo si quería.

Rupturas de PasilloWhere stories live. Discover now