188. El diario de James (y el regreso)

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A Neil no le agradaba la idea de que yo volviera a los lugares donde todo ocurrió. Le prometí que me haría bien y tuvo que aceptar. Además mi tiempo en confinamiento ya había terminado. Mis decisiones ya no eran su responsabilidad. Aunque por la cara de Scott mientras leía los reportes de mi salud que posteriormente él enviaría a sus superiores, mi estado mental debía ser preocupante. No me lo dijo pero yo lo sabía.
Sin embargo me permitieron volver a la escuela. Al parecer yo sí estaba loco pero no lo suficiente. Simplemente debían monitorearme y todo estaría bien. Lucille se comprometió a hacerlo. Laura dijo que el director creó un plan de estudios para mí con el propósito de ayudarme a graduarme. Debían sentirse muy culpables por no poder ayudarme antes. Scott prometió que haría todo lo posible por arreglarme una visita a los lugares de los operativos.

Volví a casa. Mis padres no querían dejarme ir al instituto. Creían que aún debía quedarme a recuperarme. Pero los convencí de que todo estaría bien. Laura y Alex prometieron ayudarme lo más posible. Así que llegué nuevamente a la escuela. Papá me fue a dejar. No quería dejarme ir. Pero lo hizo. Le prometí que mi única actividad sería estudiar para poder graduarme.

Entrar ahí fue extraño. Como si hubieran pasado años aunque sólo fueron unas semanas. Me sentía como un desconocido. Era rarísimo ir por ese lugar yo solo. Laura apareció.

— Tengo todo un plan para ayudarte a estar más cómodo— dijo mientras sostenía unas hojas—. Trabajé en él junto a otras personas. Neil lo revisó. La idea es que puedas regresar a tus actividades gradualmente...

Dejé de escucharla. Todos a mi alrededor me veían. Debía estar acostumbrado a eso pero repentinamente me pareció intimidante.

— ¿Jimi?— dijo ella.

La miré.

— ¿Todo está bien?— me dijo—, ¿Te sientes mal? Porque si es así debes decirme, ¿Tu cabestrillo está bien acomodado?

Recordé que debía verme muy mal. Aún cuando la gran mayoría de mis heridas sanaron, las graves seguían ahí. Y la herida del cuadro de Neil que me golpeó era fresca así que mi aspecto en general debía dar miedo. Quizá por eso me miraban tanto. Cuando estaba recuperándome de la ansiedad que me daba que me observaran, pasamos junto a una pared donde usualmente pegaban avisos para que todos los vieran pero en esa ocasión tenía en la parte de abajo una especie de altar con veladoras, flores y pequeños carteles. Me acerqué por instinto.

— Lo hicimos para Paul— dijo Laura—. Para honrar su memoria. Estuvo muy poco tiempo aquí pero como era alguien muy agradable, lo recuerdan de muy buena manera.

Me quedé mirando un cartel con su nombre. Después seguí mi camino aún si no quería. De quedarme más ahí probablemente me hubiera puesto a llorar. Jamás iba a poder superar lo que le pasó a Paul. Nunca.
Fui a la oficina del director. Entré. Me observó y me invitó a sentarme en la silla frente a su escritorio.

— James, bienvenido— me dijo de buen humor—. Te ves... mejor. Espero que te hayan mostrado el plan que organizamos para ti. Si te esfuerzas mucho y estudias hasta que sean los exámenes finales, podrás hacerlos y éstos valdrán el 100% de tu calificación total. Necesitas tener un 60% de respuestas correctas en cada examen de cada asignatura para poder graduarte. Sé que suena complicado pero puedes buscar un tutor en el programa de tutores de la escuela. También la profesora Lucille te ayudará a estudiar. Otros profesores podrían hacerlo si quieres. Incluso yo.
— ¿Por qué quiere ayudarme?— dije—, ¿No debió suspenderme?
— Me hicieron saber todo lo que te pasó— dijo—. Un agente extraño me lo explicó.
— ¿Un sujeto de cabello largo?
— Sí, él. Y yo... lamento que hayas pasado por todo eso. Pero debes saber que no teníamos idea de la clase de personas que eran. Parecían estudiantes normales. Y los documentos que entregaron eran falsificaciones muy bien hechas, al pretender ser menores de edad no teníamos razones para sospechar. De saber lo que pasaba... no lo hubiéramos permitido.
— De saberlo, usted no hubiera podido hacer nada— dije.
— Probablemente— admitió con pesar—. Aún así... no puedo dejar de sentirme mal por ti. También orgulloso porque detuviste todo eso tú solito pero... sé que debió ser difícil. Sé que simplemente estar aquí es muy complicado para ti y por favor no dudes en contactarnos por cualquier cosa. Tus profesores saben que deben ayudarte y todos son personas confiables a las que puedes acudir. Están al tanto de tu situación. Sólo ellos, nadie más lo sabe. Somos discretos, no te preocupes. O puedes buscarme a mí, lo que sea mejor para ti. Queremos que estés lo más cómodo posible así que... cuenta con nosotros.

Rupturas de PasilloWhere stories live. Discover now