Míreme

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#Hannigram

Míreme

- Doctor Lecter, noto sus ojos fijos en mi trasero. Me atraviesan.

- ¿Eso le molesta?

- Es incómodo. Si tiene algo que decir, dígamelo mirándome directamente.

Will se gira fijando su vista en Hannibal. Cruza sus brazos.

- ¿No decía que no le gustaba hacer contacto visual, Will?

- Menos me agrada que me estén devorando con los ojos como si no me diese cuenta.

- Entonces lo que le perturba no es que le mire descaradamente, sino que le excita que lo haga. - ..... - Los ojos son el espejo del alma y los míos se abren camino a través del espacio que nos separa, anhelando su compañia. No hay nada malo en ello. Sea o no correspondido. Es instinto, Will. Deseo.

Will se sienta en el sillón frente a su psiquiatra. Respira hondo. Un segundo, dos segundos, tres segundos. Sonríe, nervioso.

- ¿Y si lo fuera? Correspondido.

- ¿Le asustaría?

- Me causaría curiosidad. Ver dónde nos llevaría todo.

- ¿Cómo saciaria esa curiosidad?

Will camina hacia él. La distancia entre los dos sillones nunca le había parecido tanta. Se para frente Hannibal, que levanta su cabeza y le observa. La mano derecha de Will se acerca al rostro de Hannibal, pero se detiene a medio camino. Duda.

- Son suposiciones, Will. Continúe.

Hannibal observa cada movimiento, cada respiración, cada latido. Will apoya su mano en la cara del psiquiatra. Una respiración, dos, tres. Unos ojos que se cierran y un hombre sentado que se yergue, tomándole por el rostro.

- Abra los ojos. Míreme.

Hannibal sonríe como sólo él sabe, divertido. Los ojos de Will, azules, se concentran en los suyos mientras se debaten en los siguientes pasos.

- Hannibal....

Un nombre que es casi un susurro. Una palabra que lo encierra todo. Will es consciente del presente e incluso se permite durante un segundo, hacerse preguntas sobre el futuro.

- He deseado hacer esto tanto como usted, Will. No hay nada malo en ello - toma la mano del perfilador y la apoya sobre su pantalón.

- Joder, Hannibal... - Will se está sintiendo superado por la situación.

- Te deseo - le susurra en el oído, tuteándole -. ¿Sabes lo grosero que sería dejarme... así?

Will traga saliva y asiente. Sería tan grosero como que él saliese por la puerta en esa misma condición, su pēne gritando que le haga caso.

- Bien. Muy bien.

Sin apartar la mirada de esos ojos azules que tiemblan, Hannibal desabrocha la camisa de Will, que está paralizado.

- Por tu reacción asumo que nunca... - Will niega con la cabeza -. Seré... no puedo prometerte que seré cuidadoso.

Will ni siquiera le escucha. Quiere que Hannibal le desnude y quiere desnudar él a Hannibal, pero por razones que escapan a su control, no puede hacerlo.
Con su camisa en el suelo, nota los cálidos labios del psiquiatra en su piel, su hombro derecho, su cuello, sus propios labios. Y es en ese beso que Will parece despertar, acercando más al hombre a su cuerpo y permitiendo que su boca sea explorada por la lengua de Hannibal.
Sabe a vino, a menta, sabe a que Will necesita sentir esa lengua en otra parte de su cuerpo.

- Hannibal...

- Dime, querido Will. ¿Qué necesitas?

Will mira hacia abajo, su pantalón abultado. No es capaz de decirlo en voz alta, le avergüenza.

- Palabras, Will. La comunicación es el alma de la humanidad.

- Quítamelo... necesito... tu boca, Hannibal. Tu lengua.

- Bien. Soy tu esclavo, haré todo lo que quieras.

Baja los pantalones y la ropa interior de Will. Al hacerlo se relame, arrodillandose en el suelo y besando la punta del joven.

- Mierda...  - Will está demasiado excitado.

- Siéntate ahí - señala el sillón en el que siempre se sienta Will en sus sesiones

Cuando Will lo hace, Hannibal tiene una visión perfecta del joven, de su cuerpo, de su miembro. Se sorprende gratamente cuando es el propio Will quien guía su cabeza hacia abajo, pidiendo, reclamando.

- Doctor, ¿no es una grosería dejar a alguien así? - sonríe -. ¿He de recordarte como un grosero, Hannibal?

- Como dije, soy tu esclavo. Obedecerte es obedecer al placer mismo.

Hannibal agacha la cabeza y sonríe. De él se puede decir muchas cosas, pero grosero no es una de ellas.

Hannigram - Cortos -Место, где живут истории. Откройте их для себя