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#Hannigram #WillGraham #Hannibal #relatocorto
"Y querer verlo todo de nuevo sólo porque estarás a mi lado"
🔥La primera vez 🔥
Hannibal sabe que el subconsciente humano es traicionero y que siempre hay algo especial en las primeras veces de todas las cosas. Hayan ido bien o no nuestra memoria es selectiva y, con ello, lo bueno prevalece. Una forma de protección que la humanidad posee y que nos ha permitido sobrevivir a momentos en los que habríamos caído en la más absoluta oscuridad.
Para él, no es la primera vez. Tampoco la segunda. Y es extraño porque se siente como si lo fuese. Bajo su cuerpo, su joven amante, al que ha estado esperando demasiado. Bajo su toque, escalofríos en una piel que no es la propia, y una sonrisa trémula que quiere decir hazlo pero en realidad dice estoy nervioso, tengo miedo de no ser suficiente.
- Habla conmigo, Will. Estamos solos, necesito que seas sincero.
Necesito, no quiero, no me gustaría. Hannibal escoge las palabras con cuidado porque siempre ha creído que en ellas está toda la sabiduría del mundo. Will le mira y aunque sus ojos se desvían un poco, sabe que al fin ha atracado en el lugar seguro que es Hannibal. Asiente.
- Estoy nervioso. No sé si podré hacerlo.
- Podemos abrazarnos, como siempre, no ir más allá. No tengo prisa, querido, tu sola presencia es suficiente.
- Quiero hacerlo.
- Nunca te haría daño.
- Lo sé, Hannibal. Te deseo.
Y Hannibal, que había olvidado lo que significaba sentirse amado, besa a Will dejando consigo parte de su ser. Te quiero, gracias por permanecer. Baja por su cuello mientras Will pasa con cuidado los dedos por su espalda, como si se fuese a romper. Hannibal tiene ganas de llorar. Lame un pezón, después el otro, notando ahora cómo esos dedos son más salvajes.
- Yo también te deseo. Necesito..
- Si, sí. Por favor.
- Date la vuelta.
La polla de Will, dura, se aplasta contra las sábanas. La de Hannibal va a explotar enseguida. Besa la espalda de Will mientras su polla roza todo su cuerpo a medida que baja. Mete su cara entre los glúteos de Will sin separarlos, quiere hacerlo bien. Y Will dice algo que Hannibal no logra comprender mientras se echa hacia atrás, escondido el decoro.
- Me...encanta.
La lengua de Hannibal recorre los pliegues mientras sus manos le abren, todo para él. Nadie ha visto a Will así nunca y espera, ciertamente, que eso siga siendo así.
- No pares.
Hannibal no tenía pensado hacerlo. Se llena de Will todo lo que puede, saliva, olor y textura en su Palacio mental, y unas ganas tremendas de ser él quien marque a Will como suyo. Entra dentro con su lengua, todo lo que puede, y Will se culpa por casi perderse esto. Se entierra en Will mientras se mueve hacia adelante, embistiendo. Y Will habla, y gime, y llena la habitación de Hannibal que ahora es más de Will que de nadie más.
- Dame más, Hannibal. Lo quiero todo de ti.
Lo tienes, piensa, lo tienes y suelo preguntarme hasta cuándo querrás seguir queriendolo. Porque en las primeras veces reside la expectativa del cómo será y cómo deseamos que sea. Y, si eres afortunado, puedes encontrar todas las primeras veces en la piel, los ojos, las manos y la voz de la persona amada. Volviendo a vivir a través de ella. Hannibal, por descontado, lo hacía a través de Will. Y ya solo por eso todo merecería la pena.
