Hannigram - Cortos -

Reflejo

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🪞 Reflejo 🪞

A veces era un vacío en su interior del que poco sabía. Una intuición. Como La Nada que todo lo engulle de un libro que una vez leyó. Pero a Will nadie le había enseñado que todo aquello que es nombrado en voz alta deja de ser tan temible. Que si lo susurras aunque sea bajito, lo suficiente para que alguien lo escuche, se hace tangible y, por lo tanto, algo contra lo que se puede luchar.

Will no sabía nada de todo eso. Y por ello dejaba que esa Nada lo tragase un poco más cada día. Ese vacío controlaba lentamente su vida, su respiración que a veces se paraba unos segundos. Y Will viajaba lejos, su cuerpo atrás, su alma luchando por saber qué debía hacer. Y Will regresaba siendo un poco menos Will, en su lugar ese agujero negro que desconocía el significado de la palabra compasión.

Tal vez eran las dudas. A lo mejor era todo aquello que no se decían entre los dos. Y, mientras tanto, ese Ser sin forma que su corazón tanto temía, escondiéndose lo más profundo que podía. Si no lato, no podrá verme. Si no palpito, nunca podrá sentirme. Y así, día tras día, todo aquello que Will sacó a la luz hace meses volvía a una oscuridad que le era ajena.

- Querido...

Ese tono. Esa voz. Siempre esa voz. Will la escuchaba cada vez que desaparecía, llamándole. Porque a veces en ese Ser sin nombre Will reconocía el suyo gracias a la voz que le pedía que por favor regresase. Que dónde iba sin él, que no era justo que fuese a un lugar donde no pudiese alcanzarle.

Hannibal.

Como un espejo. En Hannibal su propio reflejo, la parte de él que tiempo atrás le entregó junto a todo lo que ocultaba su corazón. Will cruzó esa puerta y Hannibal no pudo ser más feliz, al otro lado. Will se abrazó a él esa noche y supo que al fin estaba en casa.

- Estoy aquí.

Will cierra los ojos. ¿Dónde es aquí? La Nada lo ha cegado. Te oigo, pronuncia mi nombre. Grítalo, Hannibal. No quiero perderme para siempre. Porque en ese agujero negro que empezó siendo no más que un grano de arena, Will ha creado sin quererlo algo mayor que con paso firme ha modificado su mundo. Ese que construyó con el hombre que le llama, a lo lejos, y que para él es hogar.

- Mylimasis, vuelve.

Manos cálidas en su cara, y Will ciego buscando la salida que le lleve hasta él. La Nada también dice su nombre. Quédate, él no te conoce como yo. Quédate y seamos uno, llegará el día que olvides que una vez amaste y fuiste amado.
Manos cálidas en su cuello y un hormigueo recorriendo su espalda al sentir el corazón del hombre que continúa llamándole, incansable, a través de ese vacío que amenaza con llevárselo también a él.

Hannibal.

Su reflejo en los ojos ámbar del hombre amado. Sus manos apoyadas en el cristal y Hannibal levantando las suyas para que Will no se sintiese solo. La sonrisa de Will que elevaba muy conscientemente la de Hannibal, y la escasa risa de Hannibal que hacía nacer la de Will acompañádole. Sueños compartidos que cada noche, tras follar como locos, se hacían realidad entre palabras que se deslizaban por sus cuerpos desnudos y sudados.

Una vez más, Hannibal, solo una vez más. No quiero estar aquí. Prometo que intentaré explicarlo. No quiero estar aquí, solo, con tu voz como único recuerdo que me quede de ti. Llámame de nuevo, porque si permanezco un poco más me perderé del todo.

- Will.

Al fin. Las garras de ese Ser se aflojan y Will se permite una pequeña sonrisa en ese universo negro que apunto ha estado de robarle su nombre. Su azul parpadea y ve el granate del pijama de Hannibal, que le sostiene firme, que le abraza y le acaricia el cuello con una de sus manos. De ahí el cosquilleo, se dice Will, y la calidez en el frío de esa oscuridad.

- Te tengo, amado. Te tengo.

- Hannibal...

Y Will le abraza y llora sobre ese pijama granate que se ha convertido en su preferido. Y repite tantos lo siento como es capaz mientras Hannibal le pide que deje de hacerlo.
Y le pone nombre. Lo hace palpable, le da forma. Lo grita porque no quiere desaparecer si Hannibal no está a su lado.
Ahora, ya no está solo. Hannibal es roca firme que luchará junto a él.