¿Te ves como yo lo hago?

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#Hannigram #relatocorto

Cuando Will le llamó hace un par de horas para que le acompañase a buscar al asistente social, Hannibal no habría podido imaginar ni en cientos de años lo que iba a presenciar.

Durante todo el camino en coche Will estaba nervioso, Hannibal olía su nerviosismo a través del sudor que caía, lentamente, por detrás de su cuello. No dijo ni una sola palabra, y él lo respetó. De reojo veía que apretaba su mano contra su rodilla, pero todavía no tenía la confianza suficiente como para sujetarla y decirle que todo saldría bien.

- ¿Vienes dentro?

Cómo negarse, piensa Hannibal. Si Will cree que no se ha dado cuenta de la pistola que lleva, se equivoca. No se lo perdería por nada, para eso justamente había venido. ¿Sería hoy, el día?

- Claro, Will. Vamos.

- Déjame ir delante. Por si acaso.

Hannibal asiente, una media sonrisa en su rostro. Cómo ama a este hombre, interponiendose entre un posible peligro y él. Si Will supiese de lo que soy capaz....

- Tú primero - Hannibal abre el brazo, invitando a Will a caminar por delante.

Cuando Will pasa por su lado, el olor Acre de los nervios ha dejado paso al olor dulzón de la excitación. Hannibal huele el deseo de Will. Podría transformar ese deseo, si se lo permitiese. Podría hacer tantas cosas con él. Hannibal siente una punzada en su estómago, él sí está deseoso de ver lo que va a pasar.

Dentro del establo yace en el suelo una yegua muerta. Will se acerca lentamente, Hannibal tras él. Algo se mueve en el interior del animal. Will se echa por inercia hacia atrás, un mecanismo de defensa, y Hannibal lo detiene apoyando su mano en el bajo de la espalda del perfilador.

- Will.... - su toque, cálido - estoy aquí.

- No quiero disociarme - responde, temblando.

- No lo harás. No estás solo.

De las entrañas del animal, se abre paso un hombre vivo. Cubierto de sangre, vísceras y restos, el asistente social cae al suelo. Un nacimiento irreal, vida salida de la muerte. Hannibal, estupefacto, observa la escena sorprendiendose de que no lo ha visto todo sobre el comportamiento humano.
Esto es una fantasía.

Will tiembla. Saca su pistola y apunta al hombre.

- No te muevas - le dice.

El asistente social levanta las manos. Está desnudo, ningún arma a la vista. Pero a Will no parece importarle pues en ningún momento baja su arma.

- Me rindo - responde - me rindo.

Lentamente pone sus manos sobre su cabeza, la poca amenaza que hubiese ha desaparecido.
Will avanza, el arma aún levantada, y Hannibal arquea una ceja mientras deja que Will haga lo que está deseando hacer.

Cuando llega a la altura del hombre, apoya el cañon de la pistola en la frente. Y dispara.

El sonido retumba por el establo, asustando al resto de los animales. Hannibal está satisfecho. Su amado Will. Su compañero.

- Will - le dice, tras él, su mano en el hombro -. No sabes lo orgulloso que estoy.

Nerviosismo... miedo... deseo... Aceptación. Will asiente, baja su arma, se siente libre.

- Tan directo. Tan calmado. Ah, Will, ni en mis mejores sueños he imaginado algo así. Por muchas palabras que haya susurrado, por mucho tiempo que lleve haciéndolo... lo que ha salido del Interior de la crisálida es más tuyo que mío.

Hannigram - Cortos -Where stories live. Discover now