Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
#Hannigram #WillGraham #Hannibal #relatocorto
"Apareciste sin buscarte, ni siquiera te esperaba. Y ahora lo único que deseo es que estés a mi lado"
🔥 Te quiero 🔥
- Es por tu bien, Will.
Postrado ante él, Hannibal acaricia al hombre amado tras haber sido herido. La vulnerabilidad del perfilador en sus manos, el rojo tiñendo lentamente su joven cuerpo. Nunca lo había visto tan hermoso como ahora.
- No, no te vayas. Quédate conmigo.
Hannibal olvida el por qué de muchas cosas. Cómo habían llegado hasta este momento, la taza rota, esa fatídica noche. Will perdonandolo y Florencia siendo testigo de ello.
- Hannibal...
- Estoy aquí. Te he estado esperando, mylimasis.
Lo buscó en París, lo imaginó visitando con él sus calles. Lo encontraba en cada esquina en Florencia, Will llenándolo todo. Hasta tal punto se había enamorado.
- Volví...volví para...
- Shhh, necesitas descansar.
Will quiere decirle muchas cosas. Cómo había regresado a la casa porque finalmente había decidido irse con él, demasiado tarde. Cómo de vacío se sintió tras su partida, tras Abigail. La herida en su abdomen siempre estaba supurando esa traición que le recordaba todo lo que hizo. Le parecía justo.
- Hannibal, yo...
- Lo sé, querido. Lo sé.
Porque en la búsqueda de Hannibal Will lo había encontrado. Porque tras esa herida se escondían tantas cosas que las palabras no eran suficientes. En la quietud de saberse acompañado Will quiere decirle que le había echado de menos. Que lo entendía, que quería estar a su lado. Y Hannibal, que siempre ha sabido leer a través de Will mejor que él mismo, espera que su dudoso corazón tenga las fuerzas necesarias para existir con él.
- ¿Es ya tarde, Hannibal?
Hannibal sonríe, cansado. Sus ojos ámbar son dos finas líneas ahora.
- Nunca es tarde para nosotros, jamás. Estamos hechos para ser, ¿acaso no lo ves?
- Sí.. Tengo sueño.. estoy cansado...
Hannibal se incorpora un poco, todavía adorando al joven que ansia como compañero desde hace demasiado. Apoya su cabeza en su pecho escuchando cómo el corazón de Will late con firmeza. Narcisista es pensar que lo hace por él.
- ¿Vendrás conmigo esta vez?
Will asiente, las palabras dando vueltas en su mente entrelazandose unas con otras. Quizá, si les daba forma, si las pronunciaba, dejarían de ser un amasijo sin sentido que le estaba volviendo loco.
- Te quiero.
Hannibal levanta la cabeza y lo mira. Las emociones agolpándose tras sus ojos y unas ganas de llorar que no sabe si va a poder controlar. Había esperado tanto escuchar estas palabras que ahora parecían un sueño del que no quería despertar.
- Amado...
- Llévame contigo, por favor.
Hannibal lo abraza y junto al rojo de la sangre de Will las lágrimas empañan su joven cuerpo. Extraña mezcla, agua y fuego.
- Siempre has estado a mi lado. Siempre, Will. Donde sea que fuese escuchaba tu voz - se calla, pensativo -. Te he hecho el amor tantas veces este tiempo que si cierro los ojos - pasa la yema de sus dedos por el abdomen de Will - puedo contar tus lunares.
Will emite un quejido, trayendo a Hannibal al presente.
- Siento haber tardado tanto - confiesa -. Tenía miedo.
Hannibal lo sabe. Cómo no tenerlo. La vida de Will era un caos que Hannibal avivaba más intentando atraerlo a él. La encefalitis. El hospital psiquiátrico. Georgia Madsen. Abigail Hobbs. Todo valía con tal de ser elegido.
- Deja que te cure. Confía en mí, nunca más volveré a hacerte daño.
Will apoya su mano en la cara de Hannibal, que se sorprende ante el contacto.
- Bésame - le pide -. Haz que todo tenga sentido.
Y Hannibal, obediente, hace lo que debe hacer para que Will deje de estar perdido en ese mar con oleaje que es su mente y también su corazón. Ya no era necesario navegar solo, ya no buscaría a Will en los rostros de otros hombres.
