Reencuentro

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#Hannigram #relatocorto #Hannibal #WillGraham

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#Hannigram #relatocorto #Hannibal #WillGraham

🔥 Reencuentro 🔥

La estancia en el Hospital Psiquiátrico había sido ese vaivén que le golpeó para despertarle y, Hannibal Lecter, el motivo por el que Will se mantuvo firme durante todos esos días.
Las visitas de su psiquiatra eran lo único que le ataba al mundo, cuánto las necesitaba. Allí, en la soledad de su celda, pensaba en él. Cómo le arrebataria la vida entre sus dedos, cómo se lo follaria. Una dualidad en cuyo equilibrio Will encontró el significado de su mundo, que tantas veces se tambaleó.

- Hola, Will - escucha tras de sí, la voz grave de Hannibal.

Will ya no es el Will al que llevaba desayunos especiales, ni tampoco es el mismo Will perdido en un bote a la deriva. Hannibal lee en los ojos de Will que a partir de ahora él será su propio remo.
Ya no lo necesita. Ya no cree necesitarle.
Pero hay cosas que nunca cambian. Ese olor a aftershave barato. O quizá sí lo hacen pero Will ha decidido seguir usándolo hoy, el factor emocional implicado en esa decisión.

- Hola, Dr. Lecter - responde, una ligera sonrisa en sus labios.

Los dos hombres se miran por primera vez. Ven la esencia que los envuelve y también la que los separa. Ninguno de los dos se mueve, esperando que el otro lo haga. Ya no son presa y cazador, ya no hay más susurros tras la crisálida. Will sabe exactamente lo que quiere y Hannibal está preparado para dárselo.

- Pasa, por favor - le dice, apartándose un poco de la puerta.

Will camina sin apartar la mirada, y Hannibal bebe del azul marino sabiendo lo que está apunto de pasar. Sonríe mientras cierra la puerta y una mano lo empuja fuertemente a ella.
La de veces que ha pensado en las duras manos de Will no tienen cabida en su Palacio Mental.

- Will... -jadea.

Quiere darse la vuelta pero el perfilador lo sujeta fuerte. Se lo concede, separando las piernas en lo que es toda una invitación.

- Háblame - le pide. Te he echado de menos.

Un gruñido en su oído es la única respuesta que obtiene. Y las manos de Will sobre su pecho, duras, tomándolo por completo mientras él tiene la cara apoyada en la puerta.
¿Qué te ha pasado, Will? ¿Acaso me has descubierto, descubriendote conmigo?

- Te deseo, Hannibal. No puedo esperar más.

Esas mismas manos fuertes desbrochando y bajando su pantalón, un gemido al escuchar que hace lo mismo con los suyos. El roce de la polla de Will en sus nalgas y el dolor por la suya que golpea la puerta, firme.
Will no busca darle placer. Will solo quiere el suyo.

De nuevo, sus manos inclinandolo, quizá más suavemente que antes. Las manos de Hannibal sobre la puerta y su cuerpo expuesto como nunca. A nadie le regalaría esto, pero es Will Graham.
Su compañero.

- Will... haz que sea real.

Saliva en los dedos que entran dentro de él y que queman. Ira, amor y dolor en los movimientos que rozan su próstata y que le unen a Will comprendiendo el por qué de todo. Su cuerpo tiembla y sus manos se aferran a una puerta que ha sido la entrada al cambio.

- Separa más las piernas - Will, su mano izquierda sobre su parte baja, empujandolo hacia abajo un poco más.

Poesía en los oídos de un Hannibal que a ninguna otra persona permitiría todo esto. Líquido preseminal en la polla de Will sin preocuparse siquiera de si Hannibal tiene lubricante.

- Real - dice. Tan real que va a doler.

La punta de la polla de Will en su agujero y un suspiro que llena la habitación. Lo desea, el dolor es secundario. El grito que le acompaña segundos después es la consecuencia a meses de manipulación por su parte. También del amor, claro, porque Hannibal amaba a Will por encima de todo lo demás.

- Tan apretado - escucha. Quiero oír cómo gritas mi nombre, Hannibal.

Siete palabras que activan en Hannibal el deseo incontrolable por ser él quien maneje la situación. Pero Will ha ganado esta batalla, y Hannibal grita su nombre en cada embestida que hace temblar todos los cimientos que alguna vez construyó. Por Will merecen ser derribados, para Will ha construido todo un mundo tras ellos. A partir de hoy será capaz de soportar lo que hay en él.

- Más rápido - le pide.

Las manos en su cadera y los dedos de Will dejando su marca en ella. Está atrapado porque se ha dejado atrapar, está goteando porque ha anhelado demasiado tiempo este encuentro.

Will busca su placer y, como siempre que buscas con ahínco algo, lo acabas encontrando. Marca a Hannibal y sigue marcandolo cuando el semen del psiquiatra Mancha esa puerta que ha sido testigo de todo.

- Will... háblame - vuelve a pedirle, el sudor cayendo de su frente en el suelo con Will todavía dentro de él.

Las manos duras de Will abrazandolo por detrás. Un beso en su cuello y un susurro en su oído derecho.

- Yo también te he echado de menos. Vamos a recuperar el tiempo perdido, amado.

Hannibal sonríe. Todo lo que ha hecho por Will ha merecido la pena.

Hannigram - Cortos -Donde viven las historias. Descúbrelo ahora