El universo en esta habitación

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#Hannigram #WillGraham #Hannibal

⭐ El universo en esta habitación ⭐

- Abre las piernas, Will.

Hannibal contempla al perfilador debajo de él, demasiado extasiado para pensar en nada. Sonríe porque Will lo hace y porque, parte de él, le dice que entre sus piernas está el Paraíso que jamás conocerá.

- Quítamelo - le pide Will, su mano fuerte sobre la suya -. No aguanto más, Hannibal.

Quizá también esté ese Infierno que le espera con los brazos abiertos. Y las llamas que la creencia popular dice que hay en él, se encuentren ahora entre las piernas del joven perfilador.

- Te deseo - le dice -. Mira cómo me tienes.

Will abre más las piernas y ve la mancha en el pantalón de Hannibal. Pocas cosas le excitan tanto como saber que el mayor se moja así por él. Sentirse deseado es algo que no había sentido, no así, con esta intensidad.

- A tu edad... - responde, jugando -. Quién lo diría.

Hannibal le da un pellizco en uno de los pezones, divertido. Las palabras salen rápidas de los labios de Will y, cuando lo hacen, suelen ir acompañadas de ese toque irónico que Hannibal ama tanto. Qué grosero es.

- Insolente. ¿Qué dice de ti que te hayas enamorado de alguien tan mayor?

La respuesta de Will llega en forma de tirón hacia abajo, cogiendo uno de sus brazos y riéndose mientras lo hace. Hannibal registra también esta risa, las acumula de diferentes tonos en su Palacio Mental.

- Quizá prefieras que me fuese con otro, doctor. Pero - aprieta las nalgas de Hannibal - creo que no, no es lo que quieres.

Hannibal tiene hambre, siempre la tiene, y en Will está esa saciedad que de ninguna otra forma aparece. Besa al joven y levanta sus manos sobre su cabeza, sujetándolo con una sola mano. Tiene unas muñecas tan pequeñas.

- Puedes irte, si quieres - besa el cuello de Will y siente como tiembla - pero echarías de menos esto - un ligero mordisco acompañado de un gemido.

- Hay más pollas además de la tuya - Will se retuerce, indefenso.

- Pero sólo un corazón. No sabes follar sin amar, Will. No sabes.

Will eleva su pierna derecha golpeando a Hannibal, que riendo suelta sus muñecas y se aparta. Ahora es él el que está debajo, bien sujeto por los muslos del perfilador. Con manos firmes desabrocha el pantalón de Hannibal, que mueve su cadera hacia arriba, anhelando.

- Dámelo todo. Es mío.

Hannibal asiente mientras Will lame su polla por encima de la ropa interior. Sigue moviendo su cadera y la lengua de Will continúa mojándolo más y más. Son esos ojos azules los culpables, esa mirada. Te deseo tanto como tú a mí, arde conmigo. ¿Y si creamos nuestro universo en ésta habitación?

- Will...

- Me gusta oirtelo decir.

- Fóllame.

El olor al líquido preseminal, el color ámbar escondido tras los ojos cerrados, la mano de Hannibal sujetando su cabeza. Todo es una invitación a perder el control.
Baja los bóxers de Hannibal y se relame porque la humedad lo cubre todo. Besa la punta de su polla y masajea sus huevos, haciendo que el psiquiatra se mueva más rápido.

- Yo también te deseo - dice antes de abrir la boca y tragarse por completo su polla.

Hannibal lo sabe. Lo ve todos los días, lo siente en su cuerpo. Ese deseo que les consume a ambos y que los dos, mano a mano, abrazan porque qué sentido tendría no hacerlo. Si se pierden en ese abismo, lo harán juntos.
Empieza a moverse ahora dentro de Will, dejó atrás la delicadeza hace meses. Sabe que Will lo quiere salvaje, siendo él, lo contrario sería mentir. Cada vez que follan es así, duro, un orgasmo tras otro y Will marcándole con su eyaculación todas las veces. Hannibal nunca había sentido esto por un hombre.

- Más, más - consigue decir, los rizos que tanto ama entre sus dedos, apretados.

Will intenta que Hannibal no se mueva para hacer él el movimiento, pero el psiquiatra ha alcanzado muy rápido ese nivel de dureza que ama tanto. Está siendo usado y permite que así sea, la confianza entre los dos como guía entre las sábanas. Nota cómo Hannibal está apunto de correrse porque ese agarre se convierte en algo más, y tiembla debajo de sus labios y su lengua.
Dámelo todo, piensa. Es mío. Quiero todo de ti.

Es Hannibal quien marca a Will ahora, quien le llena de él mientras el perfilador traga y mueve la lengua haciendo que el orgasmo se alargue. El sonido que hace Will cuando se aparta es el que le hace regresar.

- Eres...

- Más, Hannibal. Más. Voy a explotar ahora mismo como no me toques.

Cinco orgasmos después Will se queda dormido con una de sus piernas sobre él. Hace días que crearon su propio universo en esa habitación. Hace días que, en él, sudor, gemidos, semen, manos, lenguas y piernas se cruzaban. Hannibal se gira y pasa un brazo sobre él. Se duerme con una sonrisa en los labios y esa seguridad de sentirse amado en la misma medida que lo hace él. Porque Will, que tiempo atrás estuvo perdido, ha encontrado en él algo por lo que merece la pena arriesgarse.

Y Hannibal no va a permitir que se malgaste.

(🔥 Es tuyo, bella mujer, poesía e inspiración. ¿Ha habido alguna vez dos cuerpos que se anhelen tanto? )

Hannigram - Cortos -Where stories live. Discover now