"Un día tiempo y espacio serán nuestros. Y me llenaré del color de tus ojos, y podrás sentir cómo de rápido laten juntos los corazones"
🔥 El tiempo entre los dos 🔥
Nada aprieta más el corazón del ser humano como ver el tiempo pasar y que aquello que ansias no ocurra, y no sea más que una ilusión que vive cada día más a flote.
Will le había salvado de una prisión que él mismo había escogido por orgullo. Estaré aquí para ti, Will, para que el día que decidas regresar sepas dónde encontrarme. Hannibal ya sabía entonces que pasaría, aunque ciertamente el tiempo había jugado en su contra al ser más del esperado.
- ¿Te llegaste a enamorar? - pregunta, el tiempo deteniéndose entre los dos.
- Sí. No...no lo sé. ¿Qué importa?
- Importa. Lo que nunca ocurre se acumula y..
- ¿Cómo puede acumularse si no llega a hacerse real?
Hannibal suspira. Cómo hacerle comprender que si de algo se arrepentía era de no haber sido más, haber dado más, haber tomado a Will y huir con él como estaba previsto. El problema era que lo amaba y, haciéndolo, deseaba que el propio Will le escogiese libremente.
- ¿Por qué me traicionaste? Yo... habría hecho cualquier cosa por ti. Por los dos - dice, apretando el puño de la camisa sin darse cuenta -. Habríamos tenido un futuro, y ahora... ¿qué tenemos ahora?
Will apoya la copa de vino en la mesa más cercana, apenas la ha tocado. Sabe exactamente a qué se refiere, él mismo se ha había hecho esas mismas preguntas tumbado en su barco, a merced del viento, mientras pensaba en Hannibal.
- Nunca es tarde. Yo...sabes tan bien como yo cómo actúa el miedo.
Están tan solos como estos tres años separados y, a su vez, tan cerca el uno del otro como Hannibal había soñado estar. El tiempo, divertido, observa ese extraño baile donde ambos participan.
- ¿Tienes miedo ahora?
- No. Dije adiós a la vida que conozco en el momento que decidí sacarte de allí. No puedes estar tan ciego.
- ¿Y ella?
- Quizá comprenda. Probablemente no. Pero volverá a ser feliz con alguien que sea solo suyo y le quiera como merece. Yo nunca lo fui, Hannibal. No contigo aquí - se toca la cabeza.
Los brazos de Will alrededor de su cuello y sus labios en los propios es más de lo que puede soportar. El hambre, el deseo, la pasión tantos años cohibida. Su Palacio Mental lleno de Will, de Abigaíl...de lo que fue y de lo que nunca será. ¿Es esto el amor, así se siente?
- Quiero que me veas. Que me toques, que cada parte de mi se llene de lo que quieras darme - le dice Will, sus ojos azules casi negros de la excitación -. Hemos imaginado los dos tanto este momento que será como estar en casa.
Hannibal sonríe. Si hay hombre más feliz que él no le importa. Si Dolarhyde termina con su vida, menos aún. El tiempo al fin está de su lado. Amar a Will sólo una noche merece todas las lágrimas que nunca se permitió, todas las palabras escritas, las largas noches dibujando y esas melodías que en el encierro sólo vivían en su mente.
Amar a Will, para Hannibal, siempre había merecido la pena.
