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#Hannigram #WillGraham #Hannibal
💨 El nombre del viento 💨
El viento entre los dos hombres. Hannibal sonríe mientras los rizos de Will se mueven al compás, caprichosos. Cierra los ojos sólo un segundo, disfrutando de un momento que bien podría ser eterno. El viento erizando su piel, recordándole que está vivo. Dicen que si conoces su nombre, te conviertes en su dueño. ¿Quién querría conocer el nombre del Viento?
- ¿Por qué nunca antes habíamos venido, Will?
Los ojos azules de Will miran más allá del propio mar. Dónde es algo que Hannibal querría saber, pero no pregunta. Están juntos y es lo único que importa. Vuelve a cerrar los ojos pero esta vez lo hace apoyando su mano sobre la de Will, que está en la arena. Ya no está solo. Al fin.
- Los recuerdos, Hannibal. Ya sabes.
El acantilado, aquella noche, y el salto de fe que había sido más un acto suicida que otra cosa. Hannibal aceptando el abrazo mortal de Will porque aceptaría cualquier cosa que este quisiera darle. No hay día que no recuerde la caída, el abrazo entre los dos y, de nuevo, el viento golpeándoles, furioso, antes de chocar contra el agua y desaparecer.
- Sobrevivimos, amado.
Qué palabra. Amado, tan llena de matices. Hannibal amaba a Will desde hacía mucho pero había sido en estos meses que había aprendido a hacerlo realmente. Lo que antes era una idea había cobrado forma y, con ello, una nueva manera de amar al perfilador. La convivencia les sentaba bien.
- Tendré que vivir con lo que hice.
- Sí, y saldrás adelante. Estamos juntos en esto, mylimasis.
De nuevo la mano de Hannibal sobre la cabeza de Will, acariciando sus rizos que siguen moviéndose al compás de un viento que no cesa.
- Somos lo que hacemos, Will, y en menor medida somos lo que decimos. Hiciste lo que creías correcto.
- Casi te mato.
A Hannibal no se le escapa el detalle de que él se ha excluido, como si su vida no importase.
- El miedo es una emoción tan válida como cualquiera. No pudiste controlarla, y no te culpo. Nos ha traído hasta aquí, hasta este momento. No es oscuridad todo lo que parece que lo es, Will.
Will regresa de donde sea que haya Estado estos minutos y le mira con esos ojos azules de los que nunca se cansará. Sonríe, pero sólo a medias.
- El miedo forma parte de mí desde niño. Lo conozco, sé cómo manejarlo. Esa noche ...
- No eres débil - dice Hannibal, respondiendo a la pregunta que sabe resuena en la mente de Will. Eres el hombre más fuerte que conozco. Elegiste, y toda decisión conlleva consecuencias.
- Si no llega a ser por ti...
- No. También tú luchaste.
- Sólo me abrazaba a ti en busca de algo que me permitiese flotar, Hannibal. Siempre has sido mis remos.
Hannibal alarga su brazo derecho y rodea los hombros del más joven, que se reclina y apoya su cabeza en él. Quizá, piensa, más que el nombre del viento preferiría tener el del tiempo. Y detenerlo justo ahora.
- ¿No es maravilloso?
- Hablas esperanzado. Tú, Hannibal Lecter, hasta diría que tienes sueños.
Hannibal ríe abiertamente y Will se dice que tal vez saltar fue lo mejor que pudo hacer. Habían pasado varios meses y tenían algo que Will podía llamar hogar sin sentirse excluido. Lo hacían todo juntos, no se habían separado ni un minuto desde entonces.
- Tú eres el motivo, no es algo que no sepas. Has elegido quedarte y eso me llena de dicha.
- Dijiste las palabras adecuadas. Igual que los toques, íntimos. ¿Soy quién soy a través de ti? ¿Por ti?
Hannibal pasa sus dedos por el cuello de Will, que se estremece. Todavía no han tenido sexo, y Hannibal está deseando que ocurra.
- No. Yo sólo fui la herramienta - calla, pensando. Como este viento, que impulsa el oleaje a romper aquí en la playa. Pero el oleaje es. Tú también eres, Will, lo eras desde que nos conocimos. Tan sólo estabas dormido.
Will levanta su cabeza y mira los labios de Hannibal, pidiendo. Cada beso es diferente, en cada uno de ellos los dos expresan algo diferente. Hannibal pasa el pulgar por el labio inferior de Will y se muerde el suyo, un poco. Will se estremece de placer al verlo.
- Hannibal....
- ¿Crees que el viento susurrará nuestros nombres si te desnudo, Will Graham, y te hago el amor ahora mismo?
- No lo sé. Tal vez seamos nosotros quiénes le robemos su nombre.
También Will está lleno de sueños, como le ocurre a él. De esperanza, de amor, de anhelo y de miedo. Hannibal le besa y lentamente se coloca sobre él en la arena. Lo que sea que tenga que ocurrir, lo enfrentarán juntos.
