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#Hannigram #Hannibal #WillGraham #Madancy
🔥 Un orgasmo que lleva su nombre 🔥
- ¿Por qué ahora?
Will apoya sus manos en los muslos de Hannibal mientras lentamente su mano derecha asciende en su entrepierna.
- Porque te deseo. Porque no puedo más. Porque apareces en mis sueños, y porque sé que aunque no me lo digas, ocupo un lugar en ese corazón que dices no tener.
Hannibal se queda sin respuesta, muy pocas veces le pasa. Las palabras de Will, esas que deseaba oír desde hace tanto, saltan en su interior y no quiere que se detengan nunca.
- ¿Desde cuando...?
Will besa su cuello, su mano derecha encima del pantalón, y Hannibal tiene que hacer el mayor autocontrol de su vida para no dar la vuelta al joven, tumbarlo boca abajo en el escritorio y follárselo tan duro como sea capaz de aguantar.
- Olvidas mi empatía. Desde el primer día supe que te interesaba. El interés fue mutuo, Hannibal. Pero contigo todo es....complicado.
- ¿Complicado? - Hannibal levanta una ceja, que Will no ve, pues todavía no le mira a los ojos.
- Ya sabes...tu situación. Sé quién eres. Lo que eres.
Will aprieta la polla del psiquiatra y Hannibal gime en su oído. Maldito Will y su control sobre él.
- ¿Vas a hacer algo al respecto?
- Sí. Esto. No puedo más.
Will desabrocha el pantalón de Hannibal y se agacha, bajándolo. Abre sus muslos y mira al psiquiatra con una sonrisa en la cara.
- Hazlo - le ordena Hannibal.
Comerse a Hannibal es algo que lleva imaginando tanto tiempo como es al revés. Sentir su sabor, su olor, el sudor de su sexo y el sonido de sus gemidos mientras le lleva a un orgasmo que espera lleve siempre su nombre. Will había estado con hombres antes, ninguno como Hannibal, ninguno donde estuviese arriesgando tanto.
- Trágame por completo - Hannibal empuja la cabeza de Will hasta el Fondo y pocos movimientos después, se corre dentro de él.
Porque quizá en el azul de Will Hannibal encontró hace tiempo el anhelo por un posible compañero. Pero también en el ámbar de Hannibal Will había descubierto lo más parecido a un hogar que ha conocido nunca, ese que perdió hace demasiado y era sólo un recuerdo borroso que se entremezclaba con todos los demás.
- Fóllame - le pide. Necesito sentirte dentro, saber que es real.
Se gira en el escritorio, apoya las manos y abre las piernas. Y Hannibal lo abraza desde atrás porque aunque crea que no tiene corazón, empieza a pensar que tal vez sí lo tenía y solo estaba dormido. Una vida rodeado de gente pero sólo al fin y al cabo, quizá es que nunca había tenido la ocasión de usarlo de verdad. Y Hannibal, que desconocía que Will hubiese estado con otros hombres, se dice que complacerle está por delante de cualquier cosa. Que por Will haría lo que sea, y que en esta recién descubierta conexión puede quitarse ese disfraz de persona que pesa demasiado.
- Es real - le dice, entrando dentro de él. Real, Will.
Piel, sudor, semen, gemidos y palabras. Esas que Hannibal expresaba en sus dibujos, las que Will hasta ahora daba forma en su interior sin saber muy bien cómo hacerlas visibles. Un orgasmo que lleva su nombre. Varios, de hecho, en un mundo que se les hace ahora demasiado íntimo pues lo acaban de construir para los dos.
