Azul y ámbar

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#Hannigram #WillGraham #Hannibal #relatocorto #fanfiction

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#Hannigram #WillGraham #Hannibal #relatocorto #fanfiction

"¿En qué momento perdimos la capacidad de sentirnos vivos? "

🔥 Azul y ámbar 🔥

Cuando Hannibal mira a Will algo dentro de él le grita que no se rinda, que continúe. Que solo está perdido aquello que no se intenta.
Sus ojos ámbar fijos en el perfilador y, sorprendentemente, cada vez con mayor asiduidad son acompañados en el viaje que es lo que siente por él.

- Deje de mirarme así.

- ¿Así cómo, Will?

- Me está devorando con los ojos, doctor.

Hannibal sonríe, en ningún momento aparta la mirada. Lo hago, en mi Palacio Mental he nadado tantas veces en el azul de tus ojos que de ningún modo podría ya ahogarme.

- ¿Eso es lo que le dice su empatía?

- Mi empatía me dice muchas cosas - Will se revuelve sobre sus pies, incómodo.

- Hábleme de ello.

Will palpa la tensión entre ambos. La ha saboreado en sus labios y el rastro que ha dejado tras de sí es tan real que, con sus manos, ha hecho de ella una coraza. Lo que no ha decidido todavía es si para protegerse de Hannibal, o para proteger a Hannibal de él.

- Sus bocetos. Sus palabras. Sus manos lo más cerca de mí. Cree jugar conmigo porque quiero que eso sea lo que crea.

Mirada gélida que traspasaria el alma de Hannibal, si acaso creyese tener una. Y, tras ella, aquello que Hannibal había esperado pacientemente. Curiosidad. Deseo.

- Disculparse por sentir no entra dentro de ninguna de mis opciones.

- Ah, pero yo no quiero que te disculpes, Hannibal - se acerca más a él -. Lo que quiero es ver si consigues que sea capaz de sentir yo.

¿Cuánto tiempo le habrá costado elegir las palabras adecuadas? Hannibal acerca a Will - una orden, más bien - apoyando su mano tras la nuca del perfilador. Necesita tantas cosas de él que pesan.
Manos fuertes por horas de trabajo arreglando barcos. Manos que Hannibal había imaginado duras y que ahora desabrochan su camisa con un hambre atroz. No puede evitar que su respiración se agite mientras Will la tira al suelo con rabia.

- He esperado demasiado, mylimasis.

Una rabia contenida porque a Will hace demasiado que nadie le quiere. No así, no de esta forma. Quiere gritar. Quiere golpear a Hannibal. Quiere decirle que no sabrá qué hacer con lo que está sintiendo. Que en este cúmulo de emociones contradictorias va a ser difícil encontrar un equilibrio.
Y le besa.
Y sin saber cómo debe actuar ve cómo su mano está llena del cabello despeinado de Hannibal mientras le insta a ir más profundo. Más rápido.

Porque en la existencia de Will y el presente que le acompaña, no hay más que los ojos ámbar de Hannibal mirándole desde abajo, su boca llena de él, y una satisfacción y felicidad que a Will le son tan fáciles de leer como un libro que lleva su nombre.

Y porque entre todas las posibilidades del mundo, Hannibal se permite vivir con Will a  su lado. Sólo un poco, sólo un ratito, lo que dura saborear el café de las mañanas que en su Palacio Mental tantas veces le había preparado.

- Mira lo bueno que eres, querido - su boca, sus labios, manchados e hinchados, felices -. Lo quiero todo ahora - gira a Will sin delicadeza, separando sus piernas con las suyas -. ¿Quieres sentir?

Will asiente con su cabeza apoyada en la mesa. Lo necesita. Sus manos buscan la polla de Hannibal y éste las sujeta en su espalda.

- No juegues. No dudes. Permítete ser.

Cuando Hannibal entra y se queda quieto dentro de él, entre lágrimas, gemidos y dolor, Will encuentra algo que creía muerto. Dormido, tal vez.
Esa maravillosa sensación que es saberse vivo. Ser consciente de una fuerza que te empuja a desearlo todo y, por qué no, a luchar por conseguirlo.

- Muévete y no pares. No pares, Hannibal.

Su cuerpo, usado. Su corazón latiendo. Así que esto es lo que se había perdido todo este tiempo...

Hannigram - Cortos -Where stories live. Discover now