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#Hannigram #relatocorto #Hannibal #WillGraham
🔥 El mundo a tus pies 🔥
La mente de Will arde consumida por las palabras de Hannibal. Palabras afiladas que se clavan como estacas, difíciles de sacar. El cuerpo de Will no le pertenece, no ahora. En sus ojos los ojos de Hannibal, sobre sus manos, las suyas. Fuertes, duras, dulces.
- Mi adorado Will.
Poesía que Will no cree merecer. Hannibal suplicandole sin palabras ser digno, Will alimentándose de él y su tacto.
- Hannibal...
- Lo sé, querido. Eres mi mejor obra.
Una obra inacabada, que nadie salvo Hannibal ve. Will entre sus brazos y un universo cerniendose entre los dos, envolviendolos. Llegar hasta aquí estaba escrito y Will lo sabe. Un hechicero que ha susurrado las palabras adecuadas, eso es Hannibal. Un Dios ante el que Will se ha rendido.
- Tócame, lo necesito.
Una lengua de fuego que recorre su pecho, que asciende hacia su cuello haciéndole ascender también a él. Unos dedos que sutiles recorren su espalda, frío y calor al mismo tiempo. Una sonrisa felina entre sus muslos, apunto de ser devorado.
- Somos uno, Will. Deja que te lo muestre.
Un sí que muere entre sus labios. Hannibal creando melodías con su boca en la polla de Will, y Will disfrutando de la música que sale de su interior en forma de gemidos. Están solos y en esa soledad se acompañan, siendo fuertes juntos.
- Mierda...
El deseo pidiendo ser liberado, el deseo gritando que quiere más, y Hannibal tragando cada parte de él en su garganta. De nuevo, esa sonrisa de cazador mientras se relame. Un jadeo compartido entre sus labios cuando Hannibal le besa y Will prueba el sabor de su deseo.
- Perfecto.
Palabras elegidas deliberadamente, que Will absorbe, necesitandolas. Y Hannibal girandole, y Hannibal comiendo lo que Will le ofrece sin control alguno. Dedos cálidos en su interior, su próstata apunto de explotar y el sonido obsceno de la lengua de Hannibal en su agujero. Will no cree en el cielo, pero sí en esto.
- Eres mío. Pero eso ya lo sabías.
- Fóllame, por favor. Por favor, Hannibal.
- ¿Dónde te llevará tu empatía, Will?
Puños apretados en las sábanas y un dolor como nunca antes ha sentido cuando Hannibal entra con la punta de su polla. La felicidad tan visible que Will tiene miedo de que desaparezca. Ojos azules que lloran y las manos de Hannibal en su cadera, dejando libres sus sentimientos. No son pocos, dadas sus embestidas.
- Te necesito, dice Hannibal.
Un acercamiento que coloca a Will sobre los muslos de Hannibal, hasta al Fondo en su interior, y un placer que ha ocupado el lugar del dolor. Una mano sobre su frente y los labios de Hannibal en su cuello, mordiendo. Ascendiendo juntos en el vaivén de la Pasión compartida mientras Will monta a Hannibal y éste se deja llevar por donde sea que Will quiera llevarle. Confianza.
- No te detengas.
El ámbar de Hannibal en el techo, su boca entreabierta y Will siendo dueño del espacio de los dos. Esta vez él es el remo y Hannibal la Barca que en algún momento llegará a la orilla.
- Te amo, Will.
El corazón de Will se contrae, amado. Y Hannibal lo marca con su semen deseando que Will no desaparezca.
- Hannibal...
Se derrumba sobre él. Gotas de sudor y la ferviente necesidad de estar así para siempre. Los brazos de Hannibal le protegen, aunque Will no sabe muy bien de qué.
- Ámame, Will. Ámame y pondré el mundo a tus pies.
El mundo.
- Yo no quiero el mundo, Hannibal. Tan sólo te quiero a ti en él.
