La Esposa Mimada Del Señor Mu.

Capítulo 52: ''Noche de bodas''

Cuando Xi Xiaye regresó a la habitación, ya no había signos de él. La habitación aún estaba envuelta en la oscuridad, mientras que el baño estaba muy iluminado.

Xi Xiaye se quedó en la puerta y luchó por un buen rato antes de que finalmente se acercara a la cama. En una mirada, vio que la aguja en el reloj mostraba las 10 p.m, era tarde, sin embargo, para alguien como ella que siempre tiraba toda la noche, aún era muy temprano.

La cama era enorme y no sería un problema para cinco o seis personas. Con un color claro acogedor, simple y elegante y la tenue luz amarilla que brilla desde la pared, da a todos una sensación de calidez y comodidad.

Se acercó para levantar las cortinas y luego se volvió para sentarse tranquilamente junto a la cama. Ella no pudo evitar sentirse un poco nerviosa.

Como sería la primera vez que compartía una habitación con un hombre que no conocía muy bien, ahora de repente pensó en muchas cosas que nunca habría considerado antes.

¿Alejo las mantas cuando duermo? ¿Dormiré hablar en medio de la noche?

Después de que la interminable corriente de pensamientos pasara por su cabeza por un largo tiempo, volvió a la realidad cuando escuchó la puerta del baño abrirse. Se volvió para mirar y notó que Mu Yuchen había salido con una túnica negra, con una toalla en la mano, la agitaba a través de su cabello oscuro ligeramente húmedo.

Cuando vio a Xi Xiaye mirándole fijamente desde la cama, dejó de hacer lo que estaba haciendo y la miró. Recogiendo la inquietud en sus ojos, notó que sus dedos que se enganchaban en la cama también se estaban poniendo un poco pálidos.

No dijo nada y se acercó con paso firme, sacó la silla de la cabecera de la cama y se sentó, tomó el portátil y el maletín de Xi Xiaye de la mesita auxiliar. Luego, casualmente abrió la computadora portátil y preguntó suavemente: "¿Dónde está el proyecto City S?"

Xi Xiaye reaccionó, moviéndose rápidamente y sentándose más cerca, miró la pantalla de la computadora portátil y extendió la mano para señalar el disco duro que él había abierto. Ella respondió suavemente: "Está en este disco, es el séptimo documento, la contraseña es XXXX, puedes buscarlo.

Mu Yuchen encontró rápidamente el documento y lo abrió para ver los detalles del proyecto de City S.

“¿Por qué el Departamento de Comercio se acercó a usted? Estos análisis de datos son bastante complejos, ¿Puedes manejarlo?” Sus profundos ojos miraron la pantalla de la computadora cuando él le preguntó.

“El expatriado, el Director Chu de Externos, anteriormente me pidió que vigilara su departamento de Comercio. Además, he tratado este proyecto antes, así que lo entiendo un poco, es justo que yo también ayude", dijo Xi Xiaye.

“Su trabajo en el proyecto South River es bastante extenso, de ahora en adelante, deje que los otros departamentos los resuelvan internamente, no puedo estar pagando un montón de cosas buenas", dijo Mu Yuchen mientras escribía rápidamente una larga fila de alfabetos en el teclado. Luego, los datos elegidos aparecieron muy rápidamente en un diagrama, debajo del cual se mostraba una serie de resultados.

Xi Xiaye tampoco dijo nada, ella solo observó cómo maniobraba hábilmente, comparó el análisis de los diagramas y luego comenzó a escribir las conclusiones. A veces, ella preguntaba sobre algunos resultados.

Pasó el tiempo y en un abrir y cerrar de ojos, el reloj del gabinete mostró que era medianoche, pero los dos que estaban inmersos en el trabajo no lo sabían. Pasado bastante tiempo y una vez que Mu Yuchen escribió el alfabeto por última vez, se generaron los datos. La facilidad cubrió la expresión tensada de Xi Xiaye.

"Cuando llegue al trabajo mañana, ayúdeme a imprimirlo y dárselo al Director Asistente Wang del Departamento de Comercio, por favor".

Xi Xiaye encontró una unidad flash USB de su maletín, se la entregó y le indicó que copiara el elemento.

“Sé bueno y quédate en casa para descansar unos días, considérelo como la compañía que le da un descanso, tu cuerpo es tu templo, si lo arruinas, la persona que sufrirá eres tú", aconsejó Mu Yuchen mientras apagaba la computadora portátil. Dejó las cosas sobre la mesa a un lado, y de repente se levantó para salir. Pronto, regresó con un vaso de agua y su medicina.

"Ya es tarde, toma el medicamento y duerme rápido, ¿vale?

Le entregó el agua a Xi Xiaye, su profunda voz sonaba muy suave. Sus ojos silenciosos mostraban un indicio de preocupación. Ella no pudo evitar asentir antes de tomar la medicina y tragarla.

Después de eso, levantó la manta en la cama con nerviosismo. Mu Yuchen tomó su abrigo de la silla y se lo puso sobre los hombros antes de salir.

"¿A dónde vas?"

Xi Xiaye se incorporó y lo miró, desconcertada.

"Tú vas a dormir primero. Iré a la sala de estudio para enviar algunos documentos a la oficina francesa", dijo antes de que su figura alta y delgada desapareciera fuera de la puerta, dejando una sombra.

Mucho tiempo después de eso, Xi Xiaye apartó sus ojos parpadeantes, las emociones mezcladas se arremolinaban en ellos. Se puso la manta y lentamente cerró los ojos, pero no pudo dormir. Sin poder hacer nada, volvió a abrir los ojos y observó en silencio la lámpara de pared de la cabecera de la cama que emitía una tenue luz.

Ella miró y miró, luego, de repente, la somnolencia la envolvió. Ella no sabía cuándo el sueño la reclamaba.

Más tarde, después de un tiempo, oyó vagamente el sonido de la puerta abriéndose. Entonces, ella oyó un leve susurro a su lado como si alguien hubiera levantado la manta a su lado y se hubiera acostado.

Xi Xiaye quería abrir los ojos para echar un vistazo a su lado, pero sus párpados se sentían extremadamente pesados. Una débil fragancia la relajó ya que toda la fatiga reprimida de los últimos días ya no se podía contener más. Finalmente, ella cayó en un sueño profundo.

Antes de que la oscuridad la rodeara, todavía se decía en silencio:

Duerme, cuando te levantes, todo será un nuevo comienzo.