CLXXIX

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La mañana llegó acompañada de un frío viento que soplaba con fuerza. La gente caminaba por la calle con gruesos abrigos y bufandas en sus cuellos o viajaba en sus autos con las ventanas cerradas, pero no era algo que Minhyun pudiera hacer libremente pues estaba en plena sesión para la temporada de invierno en una boutique bastante conocida en Seúl.

— Bien, tomen cinco minutos y continuaremos. —Anunció el director de fotografía y tanto fotógrafos como modelos se dispersaron en diferentes asuntos.

— Minhyun. —Llamó Sang Hun y el castaño se acercó rápidamente. — Toma. —Le entregó un vaso de café. Ren le había pedido a Sang Hun que se la llevara a Minhyun, pero que no le dijera que él se lo había pedido.

— Gracias, hyung. ¿Cómo quedaron las cosas para mañana?

— Ya las acomodé y el señor Kim dice que está bien.

— Okay, gracias, hyung. —Dio un sorbo a su café. — "Tengo que hallar una manera de arreglar este asunto antes de esta noche. Mañana tendremos que estar en el avión y esto tiene que haber quedado con punto final, pero... ¿qué hago? Ya le llevé flores, ya le dije que lo siento... aunque... no directamente. Tal vez sea eso. Se lo merece... después de todo eso, después de todo lo qué pasó. Yo le dije que lo protegería. Sí. Me disculparé. Tendré que tragarme mi orgullo, pero vale la pena, él lo vale."

— Minhyun. —Escuchó por detrás y volteó. — Hola, Hyunnie, ¿cómo estás?

— Uee. Que bueno que te veo. —Entregó el café su manager y tomó a la chica del brazo con gentileza. — Necesito decirte algo muy importante.

— Okay.

— Ya regreso, hyung.

— No tardes demasiado. —Fue todo lo que dijo el manager mientras Minhyun se alejaba con Uee.

Llegaron hasta el solitario pasillo que llevaba a los vestidores.

— También tengo algo muy importante que decirte, Minhyun.

— Bien. Tú primero.

— Okay: —Inhaló y exhaló. — En estos días he tenido algunos malestares; mareos, náuseas, esas cosas.

— Ya veo, ¿ya fuiste con un doctor?

— No, aún no, pero... me preguntaba... ¿te casarías conmigo si yo estuviera esperando a tu hijo?

— ¿Qué? Uee... yo ya estoy casado.

— Minhyun, no vas a decirme que del lapso en que tú y yo terminamos a cuando conociste a Ren cambiaste de parecer respecto a los niños, a la idea de tener hijos.

— Uee...

— Tú sabes que lo quieres. Sería mejor para ti, nos casamos y no tenemos que pasar cosas legales para que pudieras estar con tu hijo, eso sí, vas a tener que cuidarme y pues...

— Uee, basta. No te hagas de ideas que no están cerca de la realidad.

— Minhyun, sí estoy embarazada no puedes dejarme así, incluso para ti sería mejor una vez que nos casemos; nadie te conoce mejor yo. —Minhyun la miró y se acercó un par de pasos hacia ella haciéndola retroceder hasta que su espalda tocó la pared, Minhyun se apoyó a un lado acercando su rostro al de ella.

El anillo de mi dedo anularWhere stories live. Discover now