XXXV

137 17 11
                                    

— ¡Woah! ¿No crees que fue realmente increíble?

— Sí, Rennie. Tú hermana es muy buena en eso.

— Sí lo es. Juega lacrosse desde antes de que yo llegara a este mundo.

— ¿En serio? ¿Y tú practicas algún deporte?

— Emm… pues…

— ¡Minki! Hijo. —Llamó la señora Choi qué justo se acercaba recibiendo la atención de ambos jóvenes. — Que bueno que los vemos. —Abrazó al rubio y luego al moreno. El señor Choi llegó detrás junto a sus tres hijos mayores.

— Hola. —Saludó tímidamente el menor sonriendo a su familia.

— Tus padres se fueron ayer por la noche, Minhyun.

— Lo sé, señora Haesoo, tienen mucho que arreglar y atender.

— Imaginamos que sí. Todos estamos muy ocupados ahora.

— Oigan, —Llamó Sooyoung y se llevó a ambos un poco más lejos— ¿cómo se la pasaron?

— Bien, gracias.

— ¿Sólo bien?

— Sí. Fue divertido.

— ¡Ya! Cuéntenme todo, con detalle. ¿Ya se besaron?

— ¡Qué? —La chica no evitó reírse ante la reacción de su hermano. — ¡One-chan! —Se quejó apartándose del brazo de ella.

— Ya, sólo fue una pregunta. —Dijo sin dejar de reírse. — ¿Sí lo han hecho?

— ¡One-chan! —Reprendió de nuevo el menor.

— ¡Ay! Rennie, tu cara es más épica cada vez.

— Basta, Sooyoung-chan, por favor. —Reprendió esta vez el mayor y ella asintió.

— Sí. Sí, nii-chan.

— De todas formas, eso no tiene nada que ver… —Decía el alto mirándola. Mientras tanto, algo más robó la atención del rubio.

— Psst. —Se escuchó cerca de ellos.

— Es que las caras de Ren suelen ser así cuando le preguntamos algo parecido. —Seguía diciendo Sooyoung y Minhyun le respondía.

— Pues preferiría que no le preguntes esas cosas.

— Psst, Minki. —El rubio buscaba mirando a todos lados.

— Ya. —Continuó Sooyoung. — Oye, pero poniéndonos serios, ¿se divirtieron?

— Fue divertido.

— ¿Muy divertido? —Enarcó las cejas con una expresión pícara en su rostro.

— No como tú piensas.

— Psst, Minki, por aquí. —Ubicó a quien lo llamaba detrás del muro de uno de los salones, él le hacía señas de que se acercara.

— Entonces… ¿Rennie aún es virgen?

— ¡One-chan! —Se apresuró a reprender el menor mirando seriamente a su hermana.

— Sólo bromeo. —Se defendió ella.

— No seas tan indiscreta, Sooyoung-chan. —Reprendió el moreno también, en voz baja. Las mejillas de ambos chicos estaban sonrojadas, aunque, gracias al maquillaje que Minhyun llevaba, no era tan notorio en él como en el rostro de su prometido.

— Ahg… one-chan. Vuelvo en un momento.

— ¿A dónde vas?

— No te enojes, Rennie. Sólo bromeaba. Se nota que Minhyun no es así.

El anillo de mi dedo anularWhere stories live. Discover now