" - Te casarías conmigo? -El silencio inundó la habitación, en partes sabía que debía decir que no... que debía rechazarlo porque ese anillo... esa pregunta debía ser para su hermana, no para él.
Aunque... para ser sinceros... no le sorprendió...
Minhyun y Ren entraron a la casa cuando el atardecer se había hecho presente. Las nubes grises seguían cubriendo el cielo y el viento soplaba con más fuerza anunciando la tormenta que llegaría pronto.
— ¿Te gustó?
— Es una ciudad muy linda.
— Mañana continuaremos el recorrido, parece que va a llover más tarde.
— Y por el color de las nubes y la fuerza del viento yo creo que será una fuerte lluvia.
— Sí. Hablando de eso, ve a tomar un baño, mira nada más cómo quedaste por andar jugando con esas pistolas de pintura.
— Pero fue divertido.
— Tu hermoso cabello rubio ahora parece de arcoíris. —Acarició los cabellos de su esposo y aunque fueran sólo unos segundos, sintió cómo Ren movía su cabeza para que fuera su mejilla lo que recibiera la caricia de la mano del castaño.
— Voy a bañarme, entonces. —Se apresuró a decir alejando su rostro del contacto ajeno.
— Prepararé la comida mientras tanto. ¿Qué pastel quieres? A menos que no te gusten los pasteles.
— De hecho... me gustan mucho, aunque tal como te lo dije, con mi familia casi no los comemos porque a Lizzy no le gustan, pero a mí sí, no demasiado decorados, de hecho prefiero que tengan crema o esas cosas muy moderada, pero adoro el helado, eso sí. —Sus ojos se centraron en los de Minhyun mientras hablaba. — Bueno, eso no es el punto... voy a bañarme.
— Bien. —Ren casi corrió a la habitación y tras entrar soltó un suspiro.
Minhyun entró a la cocina, haber dejado a Ren unirse a una batalla de pintura no era la mejor idea, ahora su linda ropa blanca estaba llena de pintura así que agradecía mucho que su abuela le hubiera pasado trucos para volver a dejarla impecable. Ordenó los ingredientes que usaría y comenzó a cocinar.
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— "Tu primer cumpleaños conmigo. Tiene que ser muy especial." —Pensó mientras preparaba la masa para el pastel.
Ren estaba sentado dentro de la pequeña tina de baño con una sola cosa en mente.
— "Tenerlo tan cerca me pone nervioso, su voz me hace temblar... su mirada podría derrumbar mi fortaleza, ¿los celos son malos? ¿A quién puedo preguntarle ahora? ¿Qué tal si todos estos problemas realmente son por mi culpa? Minhyun se esfuerza tanto por tenerme feliz, ¿no se da cuenta que lo hace con sólo mirarme? Aunque no puedo dejar de pensar que esas miradas no son para mí, pero... si fuera así... no sería tan lindo conmigo, ¿verdad? Entonces es por mí. Desde que nos conocimos... además él dijo que era por mí y yo... de verdad siento esto... ¿y si Nana tiene razón? Sólo debo dejarlo fluir, aunque no puedo simplemente hacerlo de golpe, sería muy extraño. —Alzó la cara al techo. — JR tomaré tu oferta. Aprenderé a cocinar ese platillo que le gusta tanto a Minhyun." —Sonrió. Decidido a decirle su decisión al moreno en cuanto pudiera y comenzar a tomar sus lecciones cuanto antes, salió de la tina y se puso la bata. Salió también del baño y después de vestirse, esta vez más cómodamente, se tiró en la cama con esa sonrisa que últimamente no desaparecía de sus labios cuando pensaba en su marido.
