LXVIII

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Jugaron un rato en los columpios y poco después estaban en otros juegos, Ren corría por el parque como si aún fuese un niño que iniciaba sus vacaciones. Minhyun lo siguió con la mirada mientras el menor corría a las escaleras de la resbaladilla.

 Minhyun lo siguió con la mirada mientras el menor corría a las escaleras de la resbaladilla

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— ¡Hola, Minhyun! —Gritó una vez que llegó arriba.

— ¡Hola, Minhyun! —Gritó una vez que llegó arriba

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— Hola, Rennie. —El menor no escondió su emoción al sentarse y deslizarse por el metal, Minhyun por su parte caminó mirando el lugar y se acercó al pasamanos, se sujetó y alzando sus piernas para sostenerse únicamente de sus brazos comenzó a pasar, en cuantó Ren lo vio Minhyun ya estaba llegando al final. Se soltó luego de volver a bajar sus piernas.

— ¡Woah! —No iba a negarlo, estaba realmente impresionado, y había una buena razón. — Yo nunca pude cruzar esa cosa. Minhyun lo miró. — Sólo puedo sujetarme unos segundos sin moverme.

— Ven aquí. —Le llamó con una sonrisa en sus labios, una mano extendida hacia el menor y una idea en su cabeza.

— ¿Para qué? —Se acercó incluso antes de recibir una respuesta y tomó la mano del mayor. — He notado que mis dedos son más largos que los tuyos.

— Pero soy más alto. —Ren puso una expresión ofendida y divertida a la vez para después comenzar a reírse junto a su prometido. — Ven, sube y sujétate.

— No inventes, yo nunca pude llegar más allá del primer barrote.

— Lo lograrás.

— No lo haré, siempre me he caído después de que quito mis pies de la escalerilla.

— Yo estaré aquí. —Esas palabras lograron mover algo en la cabeza del menor, algo que le hizo subir los tres escalones y sujetarse del barrote fuertemente con las manos. — Ahora, no tengas miedo...

— ¿Miedo? ¿Quién tiene miedo? Yo no tengo miedo.

— De acuerdo, ahora sosténte sólo de tus manos.

— Ahora sí ya tengo miedo, me voy a caer, ayúdame a bajarme de aquí.

— Tranquilo, tranquilo. —Ren se soltó de una mano y se sujetó del barrote a su lado mientras la otra aún estaba fuertemente sujeta al otro sobre su cabeza. Minhyun se apresuró a pararse delante del menor que miraba a todos lados buscando como bajarse.

El anillo de mi dedo anularDonde viven las historias. Descúbrelo ahora