El anillo de mi dedo anular

XLIV

[Francés]
~ Gracias.
~ Nos veremos allá en dos días, me gustaría hablarle de un tema muy importante. —Decía por la bocina del teléfono caminando de un lado a otro.
~ Es un hecho.
~ Nos vemos. —La puerta detrás de él se abrió.
[Coreano]
— Minhyun, buenas noticias, el proyecto que tenemos en Francia está saliendo de maravilla, estaremos allá en dos días y continuaremos con el trabajo restante.

— Gracias, hyung. —Respondió rápidamente para darle su atención al joven rubio sentado en la silla giratoria frente al espejo, dando vueltas mientras miraba sus zapatos.
[Japonés]
— Hola —Se puso en cuclillas como si estuviera por hablar con un niño. El menor le dio su atención dejando de mover la silla—, ¿estás aburrido?

— No. Estaba esperándote. —Minhyun sonrió ante esas palabras.

—  Bueno, ya estoy aquí. —Se levantó y el menor lo siguió con la mirada. — Dame un minuto más, te mostraré lo que tengo para ti. —Se fue y Minki sólo volvió a mirar sus zapatos. Jugó en la silla hasta que el mayor regresó. — Muéstrame tu mano.

— ¿Uh?

— Muéstrame tu mano. —El rubio, un poco confundido, obedeció y estiró su mano hacia su prometido, él sonrió y mostró una pulsera al tiempo que la colocaba en la muñeca del menor.
— Creí que te gustaría, porqué es igual de bella que tú. —El más joven la miró. Tenía incrustaciones de cristales de colores en forma de corazón en la delgada cadena de oro blanco y un par de piedrecitas color negro que enmarcaban las letras al centro de la cadena. "Minki", decían estas.

— Hyung me la trajo justo hoy, pero la mandé a hacer ya hace un tiempo. No es ni fuerte, pero… yo mismo la diseñé. —El rubio mantuvo la mirada en su muñeca mientras tocaba suavemente, con sus dedos, los pequeños corazones. Su semblante se mantuvo inexpresivo mientras analizaba los detalles del accesorio, y se mantuvo sin decir o hacer un sólo movimiento durante unos segundos más.