VII

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Minki salió de su habitación con una sonrisa en los labios y mirando el hermoso collar de plata y rubíes que llevaba en las manos. Se acercó a otra puerta y estuvo a punto de tocar…

~ No.
~ Sólo será por hoy, mañana temprano te veo en la escuela y de ahí nos vamos.

Minki se quedó estático en su lugar, esa era indudablemente la voz quebrantada de su hermana, debía estar hablando por teléfono porqué no parecía haber nadie más cerca. Escuchó lo que pudo sin decir o hacer algo, pues en realidad no sabía qué hacer. No es que le gustase escuchar conversaciones ajenas, pero esas simples palabras habían conseguido congelarle las piernas, impidiendo que pudiera hacer cualquier movimiento. Su hermana no planeaba nada bueno… y eso sin duda significaba un gran alboroto y escándalo para ambas familias… algo dentro de él se quebrantó al pensar en lo que podría venir si eso sucedía... pero no estaba seguro de hacer algo…

— "Quizá recapacite durante la cena. Minhyun es un gran, caballeroso y tierno chico… sería un maravilloso esp… ¡Alto! Pero ¿por qué ella querría hacer eso? No. No lo creo. No de ella, ella es Choi Hye Rin, la mayor de nosotros cuatro y la que nos ha puesto el ejemplo de compromiso familiar… pero… algo me dice que…" —Soltó un suspiro y miró a la puerta—. "Quizá sea mejor esperar a después de la cena para hablar con ella. No puedo reclamarle de algo que no ha hecho y de lo que puede cambiar de opinión, o que resulte ser que lo estoy malentendiendo, aunque si está hablando con quien creo que habla, lo mejor será empezar a organizar mis argumentos." —Cuando escuchó que su hermana se despidió esperó un momento antes de tocar la puerta y escuchar que su hermana lo invitara a pasar. — One-chan. —Comenzó notando que ella acababa de lavarse la cara y estaba por ponerse el maquillaje.

— Rennie, ¿qué pasa?

— Bueno… es que… encontré el collar de buena suerte de la abuela. —Le mostró el collar en sus manos.

— ¡Oh! Ya veo. ¿Qué hay con él?

— Uhm… —Miró el collar antes de continuar hablando— la abuela dijo que lo compartiéramos y lo usáramos cuando creyéramos que fuera necesario… y creí que te vendría bien. Además es un collar muy hermoso que viene bien con cualquier atuendo que hayas escogido. —Le ofreció el collar.

— Mj. Gracias, Rennie. —Recibió el collar y lo miró mientras continuaba. — Aunque creo que necesitaré más que buena suerte esta noche.

— ¿Por qué lo crees one-chan?

— No, por nada.

— ¿Segura?

— Segura. Anda a terminar de arreglarte. Tenemos que bajar a cenar pronto.

— Sí. Nos vemos en el comedor. —Salió de la habitación y volvió a la propia pensando en lo que pensaría su hermana.

Después de que cada uno se hubiese arreglado comenzaron a bajar a la sala. Los primeros, como se esperaba, fueron los señores Hwang y los señores Choi, poco después llegó el siempre puntual, elegante y de semblante frío Minhyun, vistiendo un elegante traje azul marino. Apenas pasados unos minutos Minki cruzó el marco recibiendo toda la atención del joven Hwang al lucir su smoking negro brillante, saludó y se sentó a un lado del castaño, con quien comenzó una charla animada y confiada. A acompañarlos se unió el segundo hijo de los Choi, Jeonghan, quien alegró su vestimenta con un pantalón blanco y una camisa azul pastel, se sentó junto a ellos en la sala y despreocupadamente se unió a la conversación. Y finalmente saludaron al entrar a la sala Sooyoung, luciendo un majestuoso vestido escarlata y finas joyas de oro y Hye Rin ondulando suavemente su vestido blanco y negro y sus joyas de plata, entre las que sin duda destacaba el hermoso collar de su abuela.

El anillo de mi dedo anularDonde viven las historias. Descúbrelo ahora