CLXXVIII

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— Podría decirse que te salió bien, sólo hace falta que no quede tan seco. —Decía Kaeun mirando al frente y haciendo ademanes con las manos. Volteó al asiento de atrás donde se encontraba el rubio mirando por la ventana. — Rennie. Hola. —Chasqueó sus dedos un par de veces sacando al joven de sus pensamientos.

 —Chasqueó sus dedos un par de veces sacando al joven de sus pensamientos

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— Mande.

— ¿Estás bien?

— Sí. Noona...

— ¿Sí?

— ¿Crees que logre preparar ese guisado antes de que termine este mes?

— Claro. Es lo que venía diciéndote; te quedó bien, pero muy seco, hoy te daré algunos consejos que te ayudarán en mucho y si todo sale bien, seguro que para mañana podrás prepararlo como se debe.

— Genial. "Porque nuestro viaje a Londres se adelanto." —Volvió la vista a la ventana y su mente se perdió en ese recuerdo que no dejaba de repetirse desde hacía varias horas.

| Ren estaba sentado con un grupo de chicos a quienes ayudaba a escoger un nuevo estilo.

— Creo que con una cortina en color plateado y el resto del cabello en azul quedaría bien.

— Rennie. —Escuchó y alzó la vista.
(Japonés)
— Pensé que algo menos ostentoso te gustaría más. —Dijo su marido extendiendo una sola flor hacia el rubio.

 —Dijo su marido extendiendo una sola flor hacia el rubio

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— Que bonita. Gracias.

(Coreano)
— Los dejamos hablar a solas. —Dijo uno de los chicos guiñándole un ojo y todos se pusieron de pie.

— Gracias. —Fue todo lo que dijo Ren y los seis chicos salieron.

— Parece que estás haciendo muchos amigos.

— No vas a reclamarme eso, ¿verdad?

— No. ¿Te gustó la rosa o fue cortesía?

— Me gusta. También las de ayer me gustaron; es algo tan lindo...
Una vez en la escuela me regalaron flores, pero no fue el mismo sentimiento que tuve cuando tú me diste estás. —Miró a su marido y de inmediato lo notó un poco distraído. — ¿Qué tienes?

El anillo de mi dedo anularDonde viven las historias. Descúbrelo ahora