" - Te casarías conmigo? -El silencio inundó la habitación, en partes sabía que debía decir que no... que debía rechazarlo porque ese anillo... esa pregunta debía ser para su hermana, no para él.
Aunque... para ser sinceros... no le sorprendió...
En la mañana, a eso de las siete Minhyun y Ren estaban despiertos alistándose para salir de su casa.
*Buenos días. ¡Sálvenme! Voy a pasar días fuera y sin poder solicitar su ayuda, estoy colapsando, no sé cómo fui a aceptar esto. Okay, no me escriban hasta el lunes, pero deseénme suerte porque estoy por entrar al campo de batalla y "vivo", lo que se dice "vivo" no creo regresar. Los veo la semana próxima. ¡Fighting!
- Rennie. -Escuchó desde el otro lado de la puerta. Ren se levantó de la cama, apagó su celular y corrió a abrir la puerta.
- ¿Sí?
- ¿Estás listo?
- Sí. -Abrió la puerta completamente y salió con su maleta y teléfono en una misma mano. Ambos caminaron hasta la sala y después de que el rubio dejara su maleta junto a la puerta con la de su marido se giró para verlo. - ¿Llevamos todo?
- Sí. -Le tendió la mano. - Tu teléfono.
- ¿Qué tal si mi familia me escribe mientras no tengo el celular? ¿Y si se sienten mal?
- Avísales que no lo tendrás en el resto de la semana.
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
- ¿Algún problema?
- No, no -. Envió el mensaje y después entregó el teléfono a su marido. - ¿Y el... los tuyos? ¿Cuántos más tienes ahora?
- Los mismos que la última vez. -Sacó tres teléfonos y dejó los cuatro sobre la mesa de la sala. - Estarán ahí hasta que regresemos.
- Okay... okay. -Miró a la puerta y no pudo evitar soltar un suspiro. - Entonces... ¿volveremos el lunes?
- El "cuándo regresemos" es lo de menos, ¿no crees? Vamos a estar solos y ya. -Ren asintió.
- ¿A dónde iremos? Quiero decir, sé que iremos a Busan pero... ¿sólo eso? -Minhyun sonrió de lado.
- Es hora de irnos. -Se encaminó a la puerta y Ren lo siguió; tomaron sus maletas, salieron de su casa, del edificio y subieron al auto del mayor.
