XXXIII

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~ Hyung, ya estamos aquí. —Anunció por la bocina del teléfono mientras bajaban del auto.
[Japonés]
— Ven, Rennie.

— Aquí voy. —Caminó detrás de Minhyun mirando el edificio y una vez que entraron observó con asombro la decoración del lobby. — ¿Aquí te quedas?

— Sí. Ven, vamos.
[Coreano]
~ Vamos a subir ya. —Llamó al elevador y esperó a escuchar ese pitido que anuncia la llegada del cubo.

[Japonés]
— Es muy bon… —Miró a Minhyun y se percató del teléfono en su mano, por lo que prefirió callar.

— ¿Uh? ¿Qué dices, Rennie?

— No. Nada. —Las puertas se abrieron y ambos subieron.

[Coreano]
~ Hecho.
~ Nos vemos en unos minutos. —Apartó el teléfono y lo guardó en su bolsillo.

[Japonés]
— ¿Después volveremos a Gion o iremos a otro lugar?

— Bueno, ya estamos aquí. ¿Te gustaría ir a recorrer Tokio?

— Suena bien. Entonces, ¿vamos a quedarnos aquí? Porqué debes recordar que hoy tú vas a enseñarme tu rutina nocturna para el cuidado de la piel.

— Sí. —Sonrió. — Lo haré, vale. Déjame arreglar el asunto que se presentó, iremos a pasear y para que no te sientas frustrado o abrumado por la gente del departamento le pediré a hyung que envíe a todos a sus habitaciones un poco temprano, ¿sí? —El elevador se detuvo y las puertas se volvieron a abrir.

— ¿Abrumado? ¿Cuánta gente hay ahí? —Caminaron fuera del elevador por el pasillo hasta una puerta casi al final.

— La necesaria. Créeme, es sólo el equipo básico de todo idol. —Abrió la puerta dejando ver a algunas personas caminando de un lado a otro.

Minki fue el primero en entrar, pues Minhyun le había dado el paso; observó el interior lleno de gente que hablaba en coreano y un par más que hablaban en japonés.

— Hola a todos. Hola. —Saludó en ambos idiomas.

— Hola.

— Hola. —Respondieron los presentes de nuevo en sus respectivas lenguas.

— ¡Minhyun! —Le llamó desde un extremo de la habitación un hombre de unos 35 años, más bajo que Minhyun pero unos cm más alto que Minki, de pelo negro y complexión regordeta.

— ¡Hyung! —Alzó una mano saludándolo. El hombre se acercó a ellos al tiempo que Minki se escondía detrás de su prometido asomándose sólo un poco de vez en cuando.

[Coreano]
— Que bueno que llegas.

— Vinimos tan pronto como pudimos. —Giró un poco su cabeza para ver al rubio detrás de él.
[Japonés]
— Ven, Rennie. —Lo tomó con cariño de la muñeca y lo guió a salir a la vista de los demás. — Hyung, él es Choi Minki, mi prometido. Ren, él es mi manager, Kim Sang Hun.

— ¡Ah! Usted es el manager de Minhyun. Mucho gusto. —Hizo una venia.

— El gusto es mío. He escuchado cosas buenas de ti, incluyendo que eres un chico muy lindo, ahora sé que lo eres aún más en persona, además eres muy respetuoso y veo que elegante, Minhyun hizo una buena elección.

— Muchas gracias, señor.

— Yo prefiero que me tengas más confianza, recuerda que te dije que me llamaras hyung Kim.

— S-sí, señor.

— A ver, dímelo. —Minki bajó la cabeza y sonrió.

— Hyung Kim.

El anillo de mi dedo anularDonde viven las historias. Descúbrelo ahora