— Gracias por traerme, hyung Kim. —Dijo después de bajar del auto.
— Cuando quieras, Minki. Yo tengo que ir a arreglar otros asuntos, vendré por ti a las seis.
— Vale, gracias, hyung Kim. Nos vemos. &Entró al edificio poco después de ver el auto alejarse.
— Hola, Rennie.
— ¿Uh? ¡Ah! Hola, Daniel.
— ¿Minhyun no vino contigo?
— Fue a resolver algo en Inglaterra.
— ¡Ah! Ya veo, entonces ¿te quedaste o te dejó?
— Yo no entiendo mucho sobre su labor y cómo influyo, así que creo que estoy bien aquí, además tengo trabajo.
— Okay. Oye, tengo estas nuevas letras y quería que Minhyun fuera el primero en verlas, pero en un rato va a pasar el jefe de sonido a verme, ¿las puedes guardar? Así cuando vuelva Minhyun se las enseñas y le dices que escoja las que le gusten, o en todo caso muéstrale a Sang Hun hyung.
— Ah, okay, vale. —Le recibió la carpeta con las hojas. — ¿Son para su comeback?
— Sí, están terminadas y listas, así que creí que sería bueno que les eche un vistazo antes de que comience oficialmente a grabar el disco.
— Okay.
— Sale. Oye y cambiando de tema, ¿cómo te has sentido viviendo aquí? ¿Te gusta?
— Es lindo, me gusta mucho la ciudad o lo que conozco de ella.
— ¿Sí? Eso es bueno. Dime ¿qué tal su vida de casados? Quiero decir, ahora que viven juntos ¿se siente mejor? Y, ¿extrañas a tus amigos de Japón?
— En realidad, en cuanto a amigos, creo que estoy mejor aquí y en cuanto a Minhyun, sí, me siento feliz.
— Daniel. —Escucharon. — ¡Ah! Ahí estás. Hola, Ren.
— Hola... Seong wu, lo siento, tu nombre me confunde con el de Sung Woon.
— Ah, no te preocupes, nada más para que lo recuerdes, Sung Woon es el decorador soltero, yo soy el fotógrafo casado. Oye, hablando de casado y viendo que acabas de llegar, ¿y Minhyun?
— Está fuera, pero no tardará en volver.
— Ah, okay. Bueno, ¿listo, Dani?
— Sí. —Miró de nuevo a Ren. — Vamos a ir a desayunar, ¿te unes?
— No, gracias, comí bien en casa.
— Vale, nos vemos, Ren.
— Cuídense. —Se despidió y se dirgió a las escaleras para ir a la pieza donde trabajaba.
Una vez ahí notó que aún no llegaban Kahi ni Nana así que simplemente comenzó su labor. Poco poco el lugar se fue llenando de gente a los que saludaba amablemente con un:
— Buenos días.
Y su trabajo oficialmente comenzó cuando llegaron madre e hija.
Las horas parecían pasar rápido, seguramente por lo ocupados que estaban.
— Rennie, ¿vienes a almorzar con nosotras?
— No, estoy bien por ahora, Nana noona, gracias.
— Bien. Te vemos en 1 hora.
— Seguro. —Amas salieron. Ren no fue el único que se quedó, pero tampoco es como si le molestase.
— ¡Hey! Ahí estás. —Escuchó detrás y volteó.
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El anillo de mi dedo anular
Romance" - Te casarías conmigo? -El silencio inundó la habitación, en partes sabía que debía decir que no... que debía rechazarlo porque ese anillo... esa pregunta debía ser para su hermana, no para él. Aunque... para ser sinceros... no le sorprendió...