Los cuatro volvieron a reunirse un rato después y cada uno se reunió con su pareja.
— Gracias por el desayuno, fue muy agradable.
— Cuando quieran, Minki.
— Nos vemos después, mamá, papá.
— Cuídate, hijo y cuida bien a Minki.
— Veré si puedo hacer algo por conseguirte un permiso, aunque aún no entiendo qué tiene que ver una cosa con la otra.
— Gracias, papá.
— ¿Se quedarán aquí o quieren que los llevemos de regreso?
— Nos quedaremos un rato, después tomamos un taxi de regreso.
— Bien. Nos vemos. —Se despidieron los adultos.
— Hasta pronto. —Respondieron los jóvenes y se fueron por caminos diferentes.
— Bien, Rennie, ya estamos afuera, ¿qué quieres hacer?
— Mmm... quiero comer helado y después hagamos lo que tú quieras hacer.
— ¿Lo que sea que yo quiera hacer?
— Mientras no quieras volver a perseguir vacas o ser perseguidos por gansos, porque cuando pasó eso sí que me dio miedo.
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El anillo de mi dedo anular
Romance" - Te casarías conmigo? -El silencio inundó la habitación, en partes sabía que debía decir que no... que debía rechazarlo porque ese anillo... esa pregunta debía ser para su hermana, no para él. Aunque... para ser sinceros... no le sorprendió...