XXXI

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El evento de presentación de geishas al que habían ido había terminado pasadas las 10 de la noche. Minhyun y Minki caminaban de regreso bajo la persistente lluvia.

— Ah, fue tan bonito, sus bailes y la música.

— Sí lo fue. La forma tan linda en que lo hicieron, ¿te gustó mucho?

— Muchísimo. —Alzó la vista hacia el moreno y él le sonrió.

— Bueno, sabes que todo lo que quieras puedes decírmelo, y cuando quieras volver yo te traeré.

— Bueno, sabes que todo lo que quieras puedes decírmelo, y cuando quieras volver yo te traeré

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— Ay, Minhyun, que cosas dices.

— Pero tendrás que decírmelo, ¿vale?

— Está bien. —Dijo riendo bajo.

Al llegar a la casa ambos entraron y cruzaron el patio. Se quitaron los zapatos, colgaron la sombrilla, para que se escurriera, y caminaron por los pasillos hasta su habitación, encontrándose con uno que otro huésped en su transcurso.

— Buenas noches. —Saludaban unos a otros cuando se cruzaban en el camino hasta que llegaron a la pieza.

— Es verdad que no hay tantos huéspedes.

— No. Apenas vi unos diez. Uuuh, que calientito está aquí. —Entró a la habitación y de inmediato se abrazó. — Allá afuera hace tanto frío que no parece que aún estemos a mediados de otoño. —Se acercó a la ventana y se aseguró que estuviera cerrada antes de volver a abrazarse. — Debe estar por venir un invierno muy crudo. —Minhyun se mantuvo en su lugar sin decir nada hasta ese momento. Sólo veía al menor temblar, abrazarse y titiritar por el frío. Caminó lentamente hacia él mientras aún escuchaba sus deducciones sobre el posible frío que haría en la siguiente estación. — Aaah… hace tanto frío que siento que mis huesos también están congelados.

 — Aaah… hace tanto frío que siento que mis huesos también están congelados

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— Tranquilo, Rennie, incluso del frío yo voy a protegerte.

— Min-Minhyun… ¿qué estás haciendo? —El rubio se quedó totalmente estático, se sentía inmóvil, salvo por el temblor en sus rodillas.

— Sólo quiero darte un poco de calor, estás temblando y… estás helado.

— Emm… m-mi mamá dice que Sooyoung si se vuelve helada, yo no tanto.

El anillo de mi dedo anularWhere stories live. Discover now