CXXI

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En la fiesta los invitados eran únicamente los miembros de la corte, por lo que Ren no había tenido que memorizar más nombres. Su traje rosa contrastaba perfectamente con el traje color vino de Minhyun y sin duda eran ellos dos el centro de atención en la fiesta que resultó más divertida de lo que el menor imaginó.

— ¿Sabes? Personalmente no me gustan las fiestas, pero Raina a veces se daba sus escapaditas para ir a alguna con Baekho.

— Es un poco extraño.

— ¿Qué cosa?

— El mundo parece tan pequeño, la última vez que vi a Baekho recuerdo que no creí volver a verlo, principalmente por todas las actividades que tenía, incluso ya no veníamos tan seguido a Inglaterra y, aL menos que yo saliera de Corea se volvió tan poco común que incluso conocí a Joshua, Daniel y Seongwu.

— Mmm... ¿quién diría que el novio de mi hermana resultaría ser conocido de mi marido?

— Fue una gran sorpresa. —Tomó su copa y antes de beber pensó un momento, tomó la copa en el lugar de su esposo y pidió que le sirviera vino.

— ¿Qué haces?

— En algunos eventos se sirve vino, blanco, tinto, algún jerez u otro tipo de bebida, y es importante que sepas cómo beberlo. —El sirviente entregó la copa al pelilila.

— Aún no tengo 20 años.

— No debes beberlo todo, pero te prometí que te enseñaría a hacerlo... y en nuestra boda no lo hice.

— No estoy seguro, pero creo que ni siquiera probaste lo que sea que era. Realmente... Jeonghan te hizo sentir tan mal con lo que te dijo, ¿verdad?

— Eso no importa.

— Aún no me dices qué te dijo.

— Es lo de menos ahora. Lo que importa es que estás aquí, estoy aquí y estamos aquí, juntos. —Estas palabras hicieron sonreír al menor.

— Bien, entonces: es hora de aprender.

— Bien, el primer paso es observarlo, el color nos dirá mucho sobre el vino, este por ejemplo es un vino joven, por lo que debe tener un aroma frutal y será un poco ácido.

— Entiendo.

— Bien, lo siguiente es agitarlo balanceando suavemente la copa de esta manera. —Movió su copa y Ren lo imitó. — Bien, lo tienes, ahora vamos a olerlo.

— ¿Olerlo? —Rió.

— Sí, suena raro, pero eso haremos, el aroma del vino es una forma de degustación, como con el té.

— Okay, entiendo. ¿Lo huelo?

— Sí, inhalar suavemente es suficiente para percibir los aromas. Hazlo así. —Volvió a enseñarle y el menor volvió a imitarlo llegando a toser un poco. — ¡Oh! ¿estás bien?

— Estoy bien, me llegó muy rápido, es todo. Voy a intentarlo otra vez. —Volvió a oler el vino y miró a su marido. — ¿Así?

— Sí, eso estuvo bien. Ahora vamos a beberlo: no se hace por tragos grandes, de hecho, deben ser casi sorbos. Así. —Se llevó la copa a la boca y la inclinó ligeramente para probar un pequeño trago. — Inténtalo tú.

— Bien. —Respiró un par de veces e imitó nuevamente los movimientos del mayor.

— ¿Qué tal está?

— Sin duda es un poco ácido, no sabe a frutas como lo imaginaba y se siente el sabor a alcohol como en la bebida que me diste en navidad... pero... no sabe tan mal. —Minhyun sonrió.

El anillo de mi dedo anularWhere stories live. Discover now