CLXIX

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— JR. —Le llamó el rubio mientras el auto se estacionaba en un espacio libre. — ¿Puedo comprar los ingredientes para el guisado?

— ¿Quieres intentarlo de nuevo?

— Sí... bueno... aún quiero aprender a prepararlo. Lo pagaré con mi dinero.

— Sí, claro. Bueno, por mí no hay problema, quiero decir, si tú quieres aprender entonces compra los ingredientes y a aprender. —Ren sonrió.

— Voy por las compras. —Abrió la puerta del auto y salió.

Caminó al interior del supermercado y tomó una canasta para después comenzar a recorrer los pasillos tomando todo lo que estaba escrito en la lista. Antes acompañaba a Minhyun por las compras, por lo que a diferencia de la primera vez que lo hizo sólo cuando recién habían llegado a Corea, esta vez pudo estar seguro de que estaba escogiendo correctamente los productos.

Tardó un poco ya que no sabía cómo escoger la carne y le daba asco sólo pensar que tenía que tomarla del refrigerador, por lo que, un poco avergonzado se acercó a un encargado para pedirle ayuda y él gustoso escogió el plato más fresco para el joven rubio que le agradeció con una sonrisa. Después se dirigió a la caja, pagó y caminó con las bolsas en sus manos de regreso al auto. JR le ayudó a subir todo a la cajuela y después se fueron.

Llegaron al departamento poco después de las 6:30, JR decidió quedarse en la sala a jugar videojuegos un rato mientras Ren por su parte se dispuso a tomar un baño. Llevó su ropa consigo y su bata, apenas entró en la ducha abrió el grifo y el agua no tardó mucho en calentarse mientras comenzaba a mojarlo completamente.

— "¿Qué estará haciendo Minhyun ahora?" —Cruzó por su mente.




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— Hoshi, no puedo estar tranquilo. Mi Rennie. —Decía sentado en su cama mirando al frente.

— Ya, ya, amigo, oye... Sang Hun hyung dijo que hablaría con él.

— Ay, mi Rennie.

— Ya, ya. Mira, recuéstate y yo voy a prepararte una infusión para que puedas dormir. —Ayudó al castaño a recostarse y lo cobijó hasta la mitad del pecho. — No vayas a tratar de salir corriendo otra vez. —Lo apuntó con el dedo índice. — Hablo muy en serio. —Minhyun asintió; el moreno se puso de pie y salió de la habitación.

— Ay, Rennie... ¿dónde estás? —Rozó con sus dedos su anillo de matrimonio.


| — Con la bendición de los señores Choi. ¿Te casarías conmigo?

 ¿Te casarías conmigo?

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El anillo de mi dedo anularTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang