— Bien, Minhyun, —Habló mientras el auto en el que viajaban se detenía delante del gran edificio. — quiero que descanses un poco, tomes un baño y comas algo.
— Sí, hyung. Oye, a Ren le gusta la fruta, ¿puedes traer algunas?
— Voy de inmediato, sube al departamento y haz lo que te dije.
— Sí, hyung, gracias. —Bajó del auto y entró al edificio poniéndose el gorro de su sudadera y unos lentes oscuros para evadir a los reporteros reunidos en la entrada principal hasta llegar al elevador. Entró, presionó el botón del piso al que iba y suspiró.
Había ido al menos a tres entrevistas junto a los otros actores y a dos sesiones de fotos y lo único que quería era entrar a su casa y ver la carita de su esposo, así que en cuanto el elevador se abrió en el décimo piso no tardó en salir y cruzar el pasillo hasta la puerta de su departamento. Abrió y entró siendo un grupo de personas lo primero que vio.
(Japonés)
— Estuvo perfecto, ¿no? —Volteó y vio al mayor mirándolo con una sonrisa. — ¡Minhyun! —Se levantó del suelo y corrió hacia él para recibirlo.
— Hola. —Saludó el rubio abrazando a su esposo. — Veo que conociste a algunas personas nuevas.
— Sí, el jefe de eventos y el vocero. Estaba mostrándoles algunos trucos de magia.
— Y ¿cómo salieron?
— Bien, aunque no estoy seguro de que ellos dos me hayan entendido.
— Bueno, parece que se divirtieron. —Cerró la puerta, cargó a Ren de lado y se dirigió a los invitados.
(Francés)
— Hola a todos.
— Hola Minhyun.
— ¿Cómo te fue, muchacho?
— ¿Todo en orden?
— ¿Qué tal salió?
— Ahh, todo bien, nada que no haya hecho antes. —Bajó a su esposo sentándolo en el sillón y le dio un beso en la cabeza. — Veo que ya conocieron a Ren.
— ¿No dijeron que se llama Minki?
— Ren es un seudónimo, su nombre es Minki, Ch...
— Hwang Minki.
(Japonés)
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El anillo de mi dedo anular
Romance" - Te casarías conmigo? -El silencio inundó la habitación, en partes sabía que debía decir que no... que debía rechazarlo porque ese anillo... esa pregunta debía ser para su hermana, no para él. Aunque... para ser sinceros... no le sorprendió...