XCIX

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+Toronto, Canadá+

— Hola, este es Hwang Minhyun

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— Hola, este es Hwang Minhyun.
Hoy es nuestro octavo día, y estamos en Toronto. Son exactamente las 12:17 y llegamos hace unas dos horas. Hemos descansado un poco y comimos algo, así que ahora estoy a la espera de mi esposo que fue a cambiarse. —Un ruido se escuchó y Minhyun vio salir a Ren de la habitación. — ¡Hey! Rennie, di hola.

 — ¡Hey! Rennie, di hola

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— Hola a todos. Este es Hwang Minki.

— ¿Estás emocionado?

— Muy emocionado. ¿A dónde vamos a ir primero?

— Iremos a ver la cascada de cerca, después vamos a ir a la ciudad. —Ren corrió a asomarse por la ventana y su marido le siguió. — Danos un reporte, mi vida. —Ren sonrió sonrojándose y apuntó afuera de la ventana.

— A unos metros de aquí se encuentran las Cataratas del Niágara, es increíble la fuerza con la que cae el agua, podría hacer que cualquiera crea que está lloviendo a cántaros, escuchen, desde aquí se puede oír. —Se quedaron en silencio y escucharon el sonido del agua. — Eso es tener fuerza, y por cierto, ya que hablamos de lluvia, de todos los países que hemos visitado hasta ahora, Canadá es el primero en el que veo nieve, y realmente hace mucho frío, así que vamos a llevar un buen abrigo calientito y una bufanda. —Mostró la bufanda y la enredó en el cuello de su marido. — Listo, ¿estás caliente?

— Sí, gracias, Rennie. —Apagó la cámara y abrazó con un brazo a su esposo. Ren inhaló profundo sintiendo el aroma del mayor filtrándose en sus fosas nasales.
— Ay, Rennie, no sabes de verdad cuanto te amo, —Acarició sus cabellos negros. — y tus lindos cuidados, —Lo separó un poco para mirarlo a los ojos (costumbre que habían tomado y que les gustaba mucho). — ¿siempre eres así de atento?

— S-sí. —Se regaño mentalmente por tartamudear. — Quizá sea una de las razones por las que todos piensan que soy el mayor. Incluso me preocupo, quizá demasiado, por mis hermanos.

— Pues a mí me parece de lo más tierno. —Ren sonrió bajando de nuevo la cabeza. — Ven, vamos o se hará más tarde. —Tomó la mano de su esposo y después de dejar la cámara sobre la mesa ambos salieron de la habitación y del hotel.

El anillo de mi dedo anularWhere stories live. Discover now