El anillo de mi dedo anular

XII

— ¡Hey! —Un movimiento en sus pies lo hizo alzar la cabeza al instante.

— Joshua —Habló un poco adormilado—, hola, ¿qué haces aquí?

— Vine por ti. Vamos a llevarte de compras.

— ¿De compras? ¿En mi día libre?

— Sí. Andando, los demás están esperando abajo.

— ¿Qué? —Se sentó sobre la cama peinando su cabello antes de bajar sus pies y ponerse las pantuflas que estaban frente a la cama.

— Vamos, Minhyun. Se van a acabar lo que tienes en el refrigerador.

— Alto, alto, Joshua. Estaré ocupado.

— ¿Con qué? ¿No dijiste que es tu día libre?

— No por eso. Estoy escribiendo una nueva canción.

— La terminarás después. Vamos. —Lo tomó del brazo y lo sacó de la pequeña habitación.

— Espera, ni siquiera me he cambiado

— ¿Uh? Pues date prisa. Aquí espero. —Minhyun río volviendo a la pieza. Buscó en su armario y tras decir su outfit volvió a salir junto a su amigo. Bajaron las cortas escaleras y encontraron a sus otros cuatro amigos en la cocina.
— ¿Lo ves? ¿Qué te dije? Ya van a arrasar con todo. —Minhyun rió.

— ¡Hey! Chicos, aún no traigo mi despensa.

— Pues aprovecha ahora que te llevaremos de compras.

Salieron con él y subieron al elevador del edificio.

— Y, ¿de qué es esa canción que escribes?

— ¿Es para tu novio? —Minhyun rió nervioso bajando la mirada. — ¡Sí es! —Molestó.

— Basta, Sung Woon. Apenas comencé a escribir la letra.

— Mj. Oye, Minhyun, en buena onda, no tienes que gastar todas tus ideas cursis y tiempo si no sienten nada uno por el otro.

— ¿Y quién dice que no?

— ¿Sí te gusta? Espera… espera… ¿Estaban saliendo a escondidas?

— No. —Repuso Minhyun tratando de excusarse.

— Es obvio que le tiene que gustar. —Habló un tercero. — Es su novio.

— Ren no es mi novio.

— ¿Ah no?

— No.

— Están comprometidos, ¿no?

— Sí, pero no es mi novio. —Sus amigos lo miraron con incredulidad. — No lo es. Al menos no formalmente.

— Ajá. Minhyun, si tampoco quieres ser su novio, dínoslo con confianza.