CLXXX

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— Entonces ¿ya quedó todo bien?

— Sí. Gracias por dejar que me quedara con ustedes estos días, JR.

— Cuando quieras.

— Quería despedirme de Jaehwan, pero aún tardaría en llegar.

— Está bien, Rennie.

— Despídeme de él, por favor. Ah, no olvides decirle que también está invitado a la boda en Inglaterra. Será un viaje todo pagado para los tres.

— Te aseguro que no se negará. —Ren le sonrió. — Entonces se van mañana temprano y de ahí nos vemos hasta el 25 o 26. ¿Sí?

— Sí. Gracias por traerme, JR.

— No es nada. —Ren se bajó del auto frente al edificio llevando en su hombro su mochila y en una de sus manos una bolsa con las compras que acababa de hacer.

— JR, —Dijo asomándose por la ventana. — tal vez te parezca un poco extraño, pero Minhyun dice que también te agradece mucho tomarte la molestia de traerme a casa.

— No es ninguna molestia. Dile que digo yo que te cuide bien, porque a la siguiente ya no te dejaré regresar. —Ren rió.

— Nos vemos, JR.

— Tengan un buen viaje.

— Gracias. —Se alejó del auto y lo vio marcharse antes de entrar y comenzar a subir las escaleras. Miró a su alrededor como si fuera la primera vez que viera ese lugar y cuando llegó al departamento notó de inmediato que la puerta no era la misma.
— "¿Y esto?" —Se acercó y la tocó, se dió cuenta de inmediato que era gruesa. — Mmm, es bonita. —Puso la clave y en cuanto la puerta se abrió Ren entró. Cerró detrás suyo y se adentró al departamento a oscuras. Suspiró convenciéndose a sí mismo de encender la luz y cuando lo hizo soltó un suspiro más observando nuevamente ese departamento. Sonrió, dejó su mochila colgada en el perchero, corrió a la cocina y puso la bolsa con sus compras a un lado de la estufa. Comenzó a sacar las cosas pensando: — "Minhyun llegará en un ratito, dijo que sólo iría con Sang Hun hyung a un programa o algo así. Tengo al menos dos horas para preparar esto. Okay. Estoy listo." Aquí voy —. Buscó los trastes que usaría y recordando cada una de las instrucciones de Kaeun y JR comenzó a cocinar.

Midió el tiempo que se llevó: apenas 1 hora y 15 minutos y lo único que faltaba era que el guisado estuviera listo. Siendo una persona tan meticulosa organizó en su mente el resto del tiempo, dejó el fuego de la estufa bajo y salió de la cocina dirigiéndose a su habitación, buscó esa ropa que tanto le gustaba, la dejó sobre su cama, tomó su bata de entre las cosas que recién había sacado de su mochila y fue a tomar un baño.

Cuando salió, antes de ir a vestirse fue a la cocina a revisar el guisado, pero a este aún le faltaba más tiempo. Lo dejó nuevamente; tomó algunas velas, unas lámparas de papel y el candelabro que acababa de comprar, salió al comedor y comenzó a prepararlo tal y como lo había estado imaginando; cuando terminó le dio un vistazo y sonrió conforme con el resultado, tomó el disco que casualmente Daniel le había entregado unos días antes y lo puso en el estéreo. Volvió a su habitación y sintiéndose un poco nervioso se vistió y peinó dando una que otra vuelta a la cocina para revisar su guisado.

Estaba terminando de arreglarse cuando escuchó la puerta principal cerrarse; alzó la vista y se levantó del banco frente al tocador para dirigirse a la puerta y salir de la habitación.

Minhyun casi se había quedado mudo al ver el comedor. Sonaba música suavemente que ambientaba a la perfección aquella habitación con tenues luces, entonces él volteó y se encontró con su esposo mirándolo con esos ojos negros adornados con un poco de maquillaje.

El anillo de mi dedo anularDonde viven las historias. Descúbrelo ahora