LXXXIX

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~ Ya hablé con mi esposo sobre lo que me dijiste, e incluso pusimos al tanto a nuestros hijos.

~ Ren no lo sabe, ¿verdad?

~ No.
~ Hablo de los tres mayores.
~ Mira, creemos que sería bueno que lo hables con Minki y que él decida.
~ Si te dice que sí entonces tiene nuestro permiso, pero ya sabes que para él son muy importantes sus estudios.

~ Sí, lo sé, mamá Choi.
~ No se preocupe, lo hablaré con Ren.

~ Bien.
~ Esperamos su respuesta.

~ Gracias, bye.

~ Cuídate, Minhyun.

Con eso había terminado la llamada, el joven rubio ubicó con la mirada un espacio para detenerse. Se quitó el casco y los manos libres mirando el edificio que tenía enfrente.







— ... Choi Minki, ¿quieres ser mi novio? —Esas palabras resonaron en su mente como un eco, se quedó estático y el castaño lo notó. — Sé que es un poco sorprendente porque todos en la escuela sabemos que no has tenido novio o novia, pero...

— No. No sigas, Takumi. —Suspiró. — "Al final era cierto... no siempre podré ayudar a todos." —Sus ojos comenzaron a aguarse al darse cuenta de ello, por lo que rápidamente bajó la cabeza. — Es imposible que tú y yo tengamos algo. No. No se puede.

— ¿Por qué no? ¿Hay alguien más?

— "Sí. Alguien que me hace sentir extraño y un poco torpe, pero a la vez bien."

— Porque de ser así, debes saber que estoy dispuesto a luchar por ti.

— Wow, no hace falta ponerse agresivo. "Él vencería." Simplemente no; no se puede.

— Dame una buena razón.

— "Estoy casado y feliz con mi esposo. A quien extraño y deseo ver." Sólo no se puede.

— ¿Qué? ¿Vas a irte o algo así?

— Sí. Después de terminar la preparatoria. Lo lamento, Takumi. Adiós. —Se alejó sin mirarlo.
Tuvo que salir caminando despacio detrás de un grupo de estudiantes que caminaba realmente lento, así que suspiró aliviado cuando terminaron de bajar las escaleras.
— "¿Qué más me puede pasar?"

— ¡Choi! —Le gritó Takumi desde el segundo piso, por lo que Ren sintió que casi corrió a la entrada. Ya no quería hablar con él.

— "¿Y Koichi? Él nunca se retrasa, menos si fui yo quien se tardó." —Fue lo primero que pensó al no divisar el auto de sus padres frente a la reja como acostumbraba. Salió de la escuela y su sorpresa no fue más evidente cuando escuchó una voz que bien conocía justo detrás de él.

— ¿A quién buscas? —Se giró topándose con la mirada de ese rubio que lo hacía feliz y a quien había esperado tanto.

— ¿A quién buscas? —Se giró topándose con la mirada de ese rubio que lo hacía feliz y a quien había esperado tanto

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El anillo de mi dedo anularWhere stories live. Discover now