XV

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Minki se limpió los ojos y suspiró tratando de normalizar su respiración. Ahora comenzaba a arrepentirse de haberle llamado.

— Ah, no. —Suspiró. — "No debí llamarle. Mejor hubiera sido sólo esperar. Ahora cree que es por él." —Trato de distraerse con cualquier otra cosa, pero simplemente no podía, no después de lo que acababa de pasar. Ni siquiera había cenado, y su estómago se lo reclamaría en cualquier momento, pero eso no le importaba, ni le preocupaba, lo que le dolía eran las circunstancias en las que había pasado todo…


| La familia Choi se reunió para cenar.

— Minki, acabamos de hablar con los Hwang. Vamos a llevarte con un sastre que ellos mismos nos recomendaron para que comiencen a confeccionar tu ropa.

— Sí, mamá. ¿De qué color voy a vestir?

— Blanco, hijo.

— Tu padre y yo estamos de acuerdo en que te gustaría escoger el diseño en persona, así que ese sastre hará el traje como tú lo pidas.

— Mj. —Dejó su plato y los palillos encima, decidido a hablar a pesar del nerviosismo que sentía. —Mamá, papá… —Ellos lo miraron— quisiera teñirme el cabello. —Esto hizo que sus hermanos también lo miraran.

— Pero, Ren… ¿por qué quieres hacer eso? Eres el único que tiene el cabello rubio.

— Es que… me gustaría teñirlo, quizá castaño, moreno o pelirrojo.

— Ren, ¿esto tiene algo que ver con Minhyun? —El rubio miró a su hermano. — Si él te dijo que lo hicieras, dile que no se haga ilusiones. De los cuatro eres el único que heredó los rasgos de la abuela, si no le parece que tengas el cabello así, o cree que serás un escándalo por ello, que se vaya a freír espárragos.

— Cheonsa, no es por eso. Él no me ha dicho nada de mi cabello, es sólo que…

— ¡Olvídalo! —Acentuó de nuevo su hermano. — Primero compras periódicos neoyorquinos, sólo porqué el tipo salió en la portada hace cinco meses, después te desvelas viendo conciertos y noticias coreanas porqué él iba a aparecer, tus calificaciones siguen bien por algún milagro, porqué ya no le dedicas el mismo tiempo a tus estudios, y ahora quieres pintarte el cabello, ¿también es porqué está promocionando tintes?

— No.

— Eso es cierto, Rennie, no deberías darle todo tu tiempo. Tus estudios son más importantes.

— Pero yo no…

— Hijo, ¿es eso cierto? ¿Por eso tus profesores esperaban hablar con nosotros?

— Papá, mis calificaciones siguen siendo excelentes, me esfuerzo en mis estudios, aunque es verdad me he desvelado un poco yo…

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— Papá, mis calificaciones siguen siendo excelentes, me esfuerzo en mis estudios, aunque es verdad me he desvelado un poco yo…

— Te estás obsesionando con una celebridad. —Agregó Jeonghan y su hermano menor lo miró.

El anillo de mi dedo anularDonde viven las historias. Descúbrelo ahora