El anillo de mi dedo anular

CLXXVI

El día anterior Minhyun había llegado totalmente decidido a hablar con Ren, tan emocionado que había olvidado que era el día libre de su esposo, se había sentido un poco torpe, pero a la vez feliz, porque eso le demostraba que ese pequeño rubio de 20 años era más importante que la misma fecha en que estaba viviendo.

Esta vez estaba seguro de que encontraría al menor en la empresa, por lo que atendió primero todas sus actividades fuera y cuando pudo volver a eso de las 5:30 le pidió a Sang Hun que lo dejara adelantarse.

— Está bien. Te veré en la agencia para hablar de las canciones con Daniel.

— Sí, hyung. —Respondió antes de subir al auto y comenzar a conducir.

Tardó poco más de 20 minutos en llegar y después de estacionarse se dirigió a las escaleras.

— "Okay... piensa, Minhyun, piensa correctamente y explica todo." —Tomó un ramo de flores que había comprado en el camino y salió del auto. Subió al primer piso y se dirigió a la sala donde bien sabía que encontraría a su esposo.

Se asomó y, a pesar de la cantidad de gente que había ese día en la sala, no tardó en ubicar esa corta coleta rubia.

— "Aquí voy." —Entró y caminó hacia Ren que estaba de espaldas a la puerta dando un aviso:

— ... Kahi noona dice que el desfile será esta noche, así que por favor todas asegúrense de estar aquí presenten a las 6 en punto. —Anunciaba a las modelos reunidas en la sala. Se dio vuelta y lo primero que vio fue un ramo seguido de su marido sosteniéndolo.