El anillo de mi dedo anular

LXIV

— ¿Hablaste con la princesa?

— Sí, mamá. —Respondió mientras se quitaba el percing de su oreja.

— Te dije que mantuvieras tu posición.

— Ella necesita con quien hablar, mamá, todos aquí le tienen lástima, yo quiero...

— No me interesa lo que quieras, ella es parte de la familia real y está enferma...

— Mamá...

— ... incluso con tu posición, ella es la princesa...

— Sí, lo sé pero...

— ... los reyes sabrán cuándo y a quién dejarán ver a la princesa.

— Ella se siente sola. Necesita compañía, necesita hablar con alguien...

— ¡Y los reyes serán quienes decidan con quién!

— Ella y yo aún somos...

— No, no, no, no.

— Incluso si no lo quieres reconocer lo somos, mamá.

— No mezcles los temas, tú sabes bien que esa relación no tiene absolutamente ¡nada que ver con nuestra postura para la familia real y mucho menos con tu comportamiento!

— Mamá...

— No quiero discutir contigo sobre esto, vas a hacer lo que te digo. Vas a comportarte como un duque, dándole el respeto y espacio a los miembros de la familia real. —Minhyun suspiró llevando su mirada a otro lado. — Buenas noches. —Dijo para finalizar y se retiró de la habitación dejando nuevamente solo a su hijo.

Minhyun no tuvo otra cosa en mente que no fuera el estado de salud de la princesa y el rostro de su querido prometido, durante los dos días que estuvo en Inglaterra. Incluso cuando volvió a Francia, esas dos cosas eran lo que lo mantenían pensando.

— Minhyun, a escena. —Escuchó tras un buen rato de estar metido en sus pensamientos.

— Sí, hyung, ya voy. —Se levantó de su silla dejando el libreto sobre la pequeña mesa. — Por cierto, ¿cómo va eso?

— Todo está en orden, te dije que tus amigos lo harían bien.

— A veces se emocionan demasiado con ese tipo de cosas, principalmente Sung woon. Dejarlo a cargo es saber que no faltará ni lo más mínimo.

— Pues, está quedando bastante bien. Ahora a trabajar.

— Sí, hyung. —Se reunió con el personal con quienes iba a trabajar y todos se prepararon.

— ¿Todos listos?

— Escena 46, toma 3.

— ¡Acción!

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— Te lo digo, Minki, deberíamos hablar con nuestros padres e irnos las dos familias juntas de vacaciones.

— Ritsu, no creo que sea una buena idea. —Decía caminando junto a su amiga por el plantel de la escuela.