— Nana, Kahi, ¿no han visto a Minhyun?
— No, Sang Hun oppa.
— Yo lo ví hace rato, cuando llegaron.
— ¿Lo viste a dónde se fue?
— Me preguntó por Ren.
— Y ¿dónde está Ren?
— Se fue a la sala D-18 hace un rato, va allá en estos últimos días y vuelve cuando el almuerzo termina.
— Gracias, Nana, sigan disfrutando de su comida. Provecho.
— Gracias, oppa. —El hombre salió de la cafetería y se dirigió a la sala mencionada, pero al llegar no encontró lo que esperaba:
— Aunque si hablamos del zodiaco chino...
— ¿Aron? —Él volteó encontrándose solo en la sala y a Sang Hun mirándolo extrañado desde el marco de la puerta.
— Este par, se fueron y me dejaron hablando como loco. —Murmuró y miró al hombre aún sin entrar a la pieza.
— ¿Dónde está Minhyun?
— En este momento no lo sé, estaba dándole un sermón, a él y a Ren y se fueron.
— Mmm, bueno, ayúdame a buscarlo, tiene un evento importante y una conferencia. Le dije que no tardara mucho y mira, ya casi ha pasado media hora desde que llegamos.
— ¿Media hora? Vaya que se me fue el tiempo. —Salió junto a Sang Hun. — "No sé si sentirme feliz de que al menos se pudieron haber arreglado o molestarme porque me hicieron dar un discurso ¿a qué? ¿Al polvo? Ja, par de... muchachos." Yo los buscaré de este lado.
— Bien, yo los voy a buscar por allá. —Se separaron.
Caminaron por diferentes pasillos llamando tanto al castaño como al rubio, pero no lograban obtener respuesta, pues ellos ignoraban los llamados gracias a las emociones que poco a poco los consumían con cada beso, hasta que escucharon más cerca sus nombres pronunciados por Aron.
— Min...hyun... creo que... te buscan. —Suspiró cerca del oído de su marido.
— No importa.
— ¡Minhyun! ¡Ren! ¿Dónde carajos se metieron! —Escucharon fuera de la habitación donde estaban, fue entonces que se miraron; sus respiraciones estaban aceleradas al igual que sus corazones.
— Lo lamento, Rennie. —Susurró cerca de los labios del rubio y se separó completamente. — Lo lamento. —Salió encontrándose casi de inmediato con Aron de espaldas a él. — Hola, hyung.
— ¿Qué? ¿De dónde saliste?
— No importa, ¿qué pasó?
— Tú manager te anda buscando. Dice que tienes unos eventos que atender.
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El anillo de mi dedo anular
Romance" - Te casarías conmigo? -El silencio inundó la habitación, en partes sabía que debía decir que no... que debía rechazarlo porque ese anillo... esa pregunta debía ser para su hermana, no para él. Aunque... para ser sinceros... no le sorprendió...