CXC

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El avión aterrizó en el aeropuerto de Osaka poco después de las siete de la noche. Los pasajeros comenzaron a salir.

— Minhyun, Minki. —Llamó Sang Hun a la pareja que permanecía dormida en los asientos detrás del suyo. — Chicos, ya llegamos.

(Japonés)
— Onichan, oppa. Despierten. Nos vamos a quedar hasta el final y los aviones sin pasajeros dan miedo.

— No te escucharán, Lizzy. —Habló Jeonghan terminando de guardar unas cosas en su mochila. — Venían escuchando algo. —Lizzy analizó a su hermano y a su cuñado notando que compartían los audífonos. Jeonghan tomó su pequeña almohada y la arrojó a la cara de los esposos.

— Jeonghan. —Lo regañó Raina.

Ren abrió los ojos y parpadeó un par de veces. Mientras Minhyun gruñó un poco y tomó la almohada volviéndola a arrojar.

— Auh. —Se peinó de nuevo el cabello tras recibir el almohadazo. — Par de dormilones, ya despierten.

— ¿Qué pasa, Jeonghan? —Fue Ren quien habló frotándose los ojos mientras se sentaba completamente.

(Coreano)
— Minki, ya llegamos. —Habló nuevamente Sang Hun empezando a mover un poco a Minhyun. — Minhyun, despierta, es hora de irnos.

— Ahh. —Fue todo lo que salió de la garganta del más alto sin que abriera siquiera los ojos.

(Japonés)
— Ay, niños, tienen una carita que parece que no durmieron. —Se preocupó Haesoo.

— No. —Bostezó Ren.

— ¿No durmieron? Pues ¿qué estaban haciendo?

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— ¿No durmieron? Pues ¿qué estaban haciendo?

(Coreano)
— Me dijiste que sí lo hiciste. —Habló con voz adormilada su marido manteniendo sus ojos cerrados.

(Japonés)
— No se preocupen. Lo siento, estaba bostezando.

— Pero ya vámonos, nos vamos a quedar aquí solos. —Finalmente Minhyun se sentó y se peinó los cabellos hacia atrás.

— Rennie. —Llamó a su esposo que se mantenía mirando por la ventanilla. — ¿En qué piensas? —Le tomó la mano y Ren volteó a verlo de inmediato.

— Nada. Creo que aún estoy adormilado.

— ¿Quieres que te cargue?

— No, no. Estoy bien. No te molestes.

— De acuerdo, mi vida. —Depositó un dulce beso en el dorso de la mano de su esposo. Ren sintió el calor de sus mejillas elevarse al máximo cuando escuchó a Baekho decir:

 Ren sintió el calor de sus mejillas elevarse al máximo cuando escuchó a Baekho decir:

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El anillo de mi dedo anularWhere stories live. Discover now