CLX

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Pasaron tres días más. Ren había decidido no ir a casa de JR y seguir repasando y sus apuntes y haciendo preguntas a Kaeun en la empresa para no discutir de nuevo con Minhyun, aunque eso le costaba la práctica, pero se repetía que valdría la pena si todo salía bien. Además, su pobre marido estaba tan atareado por los eventos de esos últimos días: presentaciones en programas de variedades, comerciales que grabar, participaciones en eventos especiales, grabar el OST de un dorama y por si fuera poco, sus padres se habían adelantado a Londres dejándoles al cargo de la empresa, así que Ren estaba feliz de estar ahí para apoyar al mayor en todo lo que pudiera, incluso había hablado con Sang Hun y había logrado liberar unas horas esa noche para que Minhyun fuera a casa a descansar un poco, comer bien y tomar algo de medicina, ya que al parecer era él quien, esta vez estaba, por pescar un resfriado, probablemente por el frío clima. Ren por su parte, se hacía cargo de la casa y en todo el día anterior de lo que se presentó en la empresa de joyería, lo cual, para su suerte, no fue demasiado; su trabajo con las estilistas no era tan pesado como todo lo que tenía que hacer Minhyun, por lo que le sobraba tiempo para ir a prepararle una lonchera con fruta fresca o ir a comprarle un cafecito, detalles que lograban sacarle una sonrisa al castaño y, para ser sólo tres días, el miedo invadía al rubio de tan sólo pensar que si decidía escapar una hora para ir a cocinar con JR y Kaeun, Minhyun terminaría por darse cuenta y las cosas terminarían mal/bien/mal otra vez por lo que aun así Ren prefería no hacer nada fuera de lo ordinario, pero ese día, una oportunidad se presentaría tanto para él como para Uee. Sí, Uee que no había salido del estudio de su casa donde pasaba largas horas editando los mensajes y asegurándose de que todo estuviera perfecto para ella.

En ese momento Ren estaba por subir al elevador con un vaso de café para llevarlo a su marido, pero en el camino encontró a la persona que menos deseaba ver.

— Hola, pequeño, Ren.

— "Oh, no." Uee noona, buenos días.

— ¿A dónde vas?

— A ver a mi señor Hwang.

— Que curioso, yo también voy a ver a...

— ¿Mi señor Hwang?


— No, no, pequeño

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— No, no, pequeño. Es mi futuro señor Hwang.

— No creo que ese día llegue, noona.

— No seas irrespetuoso, niño...

— No seas irrespetuoso, niño

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El anillo de mi dedo anularWhere stories live. Discover now