XVII

171 13 4
                                    

— Buenas tardes, señorita, puede decirme dónde está el salón J-68, por favor.

— Sí. Está subiendo las escaleras. Segundo piso al fondo del corredor.

— Gracias. Permiso.

— Adelante.

Minhyun cruzó la escuela en busca de las escaleras, miraba a los lados con evidente desorientación hasta que escuchó una voz.

Minhyun cruzó la escuela en busca de las escaleras, miraba a los lados con evidente desorientación hasta que escuchó una voz

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

— ¡Jovencito! —Volteó topándose con la mirada sentenciante de una mujer algo mayor. — ¿Qué hace aquí?

— Uh… yo, estoy buscando las escaleras.

— ¿A qué salón va?

— Al J-68.

— Sígame. —Comenzó a caminar seguida de cerca por el moreno. — La clase ya comenzó. —Subieron las escaleras y llegaron frente a la puerta, donde la mujer tocó un par de veces y otra mujer abrió. — Profesora Kaneki, este estudiante está retrasado, debe ser el alumno nuevo, por favor póngalo al corriente.

— Sí, señora Okamoto. —Se dirigió a él. — Pase.

— No quiero volver a verlo en los corredores en horas de clase, ¿entendido?

— ¿Uh? Pero yo… —La mujer abrió la puerta por completo y le hizo una señal de que entrara la cuál, (con total desorientación) siguió Minhyun recibiendo la mirada de los estudiantes y fijando la suya en el rubio que lo miraba con sorpresa y emoción...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

— ¿Uh? Pero yo… —La mujer abrió la puerta por completo y le hizo una señal de que entrara la cuál, (con total desorientación) siguió Minhyun recibiendo la mirada de los estudiantes y fijando la suya en el rubio que lo miraba con sorpresa y emoción al mismo tiempo.







Adoro mi taller. Podría pasar todo el día aquí si no fuera por un problema, mis compañeros son realmente desastrosos, hacen ruido todo el tiempo y nunca entienden nada de la clase. Es lógico si se la pasan contando chistes entre ellos y pasando papelitos o enviando mensajes y después se levantan a tomar fotos al pizarrón, (fotos que seguramente no revisarán), algunos incluso tienen el descaro de no traer siquiera la mochila. No puedo creer que hagan eso sólo porqué la profesora no les dice nada mientras el director no se aparezca.

El anillo de mi dedo anularDonde viven las historias. Descúbrelo ahora