CLVI

125 12 6
                                    

Las horas de trabajo se fueron volando. Tanto Ren como Minhyun habían atendido todos sus deberes y estaban listos para descansar después de una larga jornada. Entraron a su casa y lo primero que notaron fueron los muebles desordenados.


— ¿Qué demonios?

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

— ¿Qué demonios?

— Ay, no puede ser. ¿Nos volvieron a robar?

— Quédate detrás, mi vida. "No creo que haya sido un robo, este edificio cuenta con seguridad las 24 horas, los 7 días... más bien debió ser..." ¿Recuerdas lo que pasó en la casa de playa? Cuando ese hombre entró. —Dijo avanzando lentamente por el departamento.

— ¿El que tenía la pistola?

— Sí. Tal vez nos buscaban desde antes.

— ¿Por qué nos pasa esto? —Se abrazó del torso de su marido.

— Porque seremos coronados príncipes.

— Santo cielo. —Casi sollozó. — ¿Por qué hay gente tan mala que se molesta por eso?

— Tranquilo. Parece que ya no hay nadie. —Revisó la última habitación que era la de huéspedes y ambos exhalaron aliviados. — Esta bien, no hay nadie.

— Menos mal.

— Hay que recoger.

— Yo lo hago.

— Vale. Yo voy a preparar la cena.

— Emm... Minhyun.

— Dime.

— Emm... recogeré la casa y hablamos de lo que pasó con JR, ¿sí?

— No.

— ¿No? Pero... creí que querías que...

— Sí, sí quiero hablarlo, pero si terminamos discutiendo no querremos ni cenar y yo quiero cenar contigo. ¿De acuerdo? —Ren sonrió.

— Como usted diga, señor Hwang. —El mayor también sonrió y abrazó a su esposo.

— Voy a preparar algo rico.

— Mj.


Después de cenar ambos se sentaron en la sala sin la más mínima intención de discutir, pero parecía que el destino estaba del lado opuesto.

— Entonces, ¿me estás diciendo que le pediste a JR que te enseñara algo y él quería que tú fueras con él para que supieras lo que van a usar y aprendieras cómo escogerlo? —Su voz sonó tranquila y un poco confundida.

— Algo así. —Explicó. — JR hizo una lista de lo que vamos a necesitar y, bueno, cuando hablé con él dijo que sería bueno que lo acompañara a comprar las cosas, es todo.

El anillo de mi dedo anularWhere stories live. Discover now