CLIII

139 14 7
                                    

El sonido del timbre retumbó por la casa un par de veces, pero los suspiros que soltaba Ren parecían más ruidosos para él y para Minhyun, que repartía besos por el blanquecino cuello de su esposo. Había algo más en esas caricias y besos, algo que ninguno de los dos podía explicar, pero los incitaba a no detenerse sin importar las repetidas veces que el timbre sonara.

==========================

Los señores Hwang se encontraban de pie frente a la puerta esperando que alguien les atendiera, pero tras varios minutos eso no pasaba.

— ¿Tienes la llave de repuesto?

— Sí. —Buscó en su bolsa y sacó la llave. Abrió la puerta y entró seguida de su esposo. — ¿Crees que sigan durmiendo?

— Es sábado, querida y no tienen que ir a trabajar, claro que deben seguir durmiendo.

— Iré a despertarlos entonces.

++++++++++++++++++++++++++

Minhyun besó los labios de su esposo y pasó sus manos por sus piernas hasta el borde de la camisa de su pijama color melocotón, la cual subió lentamente sin dejar de besarlo. Se separó un poco y mirándolo dijo:

— Rennie, ¿harías algo por mí?

— "Lo que sea." Sí. —Respondió en un suspiro.

— Entonces dime ¿qué... —La voz proveniente del pasillo los hizo mirar a la puerta.

— Deben estar ahí. Tú sabes cuánto le gusta esa habitación a Minhyun.

Fue lo que escucharon. Casi de un salto Minhyun se quitó de encima de Ren y él se sentó acomodando su camisa. El castaño se puso de pie y se acercó a la puerta, la abrió y salió encontrándose con sus padres en el pasillo.

— Minhyun.

— Mamá, papá. ¿Qué hacen aquí?

— ¡Ah! ¿Así que ya estabas despierto?

— Emm... yo... acabo de levantarme. ¿Qué los trae por aquí? "Y justo ahora".

— Pues, recordamos que nos comentaron que se irían hoy y venimos para que vayamos a desayunar juntos. —Ren se asomó un poco sin abrir completamente la puerta.

— Ah... vale, gracias.

— Anda, ve a levantar a Minki, cámbiense y los esperaremos en la sala.

— Sí, mamá. —Les dirigió una sonrisa y volvió a la habitación. Ren se apartó de la puerta en cuanto vio al mayor acercarse y justo después lo escuchó entrar. — Mis padres están aquí... quieren que vayamos a desayunar con ellos.

— Está bien. —Minhyun se acercó a él, que aún estaba de espaldas a la puerta y lo abrazó apoyando su barbilla en el hombro del rubio.

— Rennie... —Susurró exhalando suavemente, Ren inclinó la cabeza a un lado sintiendo los labios del castaño rozar levemente su cuello. Se separó.

— No hay que hacer esperar mucho a tus padres... así que... ¿quieres bañarte primero o...

— Hazlo tú. Voy a ofrecerles un café.

— Mj. No me tardo. —Minhyun asintió y salió primero. Ren lo hizo poco después con su ropa limpia en las manos y se dirigió al baño.

Un rato después los cuatro salieron de la casa y subieron al auto de los padres de Minhyun. El camino fue tranquilo y ambientado por una agradable conversación hasta llegar a un restaurante. Bajaron del vehículo, entraron al establecimiento y de inmediato los acomodaron en una mesa. Para Ren fue una enorme sorpresa cuando al entrar y acercarse a la recepción les entregaron los platos vacíos.

El anillo de mi dedo anularWhere stories live. Discover now