CLXXIII

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— Hoshi... necesito hablar con Rennie, de verdad... —Se cubrió la cara con las manos y se dejó caer de lado sobre el mismo sofá. — ¿Qué tal si no vuelve? ¿Qué tal si le pasó algo malo? ¿Y si alguien le hizo daño? No sé siquiera dónde está... —Se puso de pie. — no puedo quedarme aquí esperando...

— Cálmate, Minhyun.

— ¿Cómo quieres que me calme?
No puedo creer que de verdad fui tan estúpido.

— Fuiste impulsivo y sí, un poco estúpido, pero eso no resuelve nada ahora...

— ¿Cómo dices que sólo un poco? No pude haber hecho una idiotez más grande en toda mi vida.

— Ya, bueno, cálmate, mañana podrás ver a Ren y hablar con él. Dijiste que hoy lo viste bien, puede que se esté quedando en algún hotel...

— ¿Y si no?

— Minhyun...

— Ay, Hoshi, es que no te imaginas cómo me miraba.

— Y ¿por qué o qué? ¿Te veía feo o qué?

— Me miraba con cara de nada. Literalmente, desde que lo conocí nunca me había mirado así a mí, lo había visto darle esa mirada a todos, pero nunca a mí... —Se llevó una mano a la frente. — no lo culpo, pero... —Arrojó la almohada hasta el sofá de enfrente.

— Cálmate...

— No puedo calmarme, Hoshi. No puedo estar tranquilo pensando en que lleva dos días fuera... y yo no me di cuenta de la hora en que se salió... bueno... no me di cuenta hasta el día siguiente después de leer su nota y...
Ah, Hoshi, ¿qué voy a hacer? Mi esposo no está, se fue a no sé dónde desde no sé qué hora, no sé cómo encontrarlo y no sé qué es lo que quiere que haga para que vuelva a mi lado. Me estoy volviendo loco y apenas han pasado dos días... y para acabarla... muy ese día... ese día... "lo sentí como nunca antes, sus labios... sus manos, todo en él parecía desbordar ese amor...
Tal vez lo eché a perder... si Ren estaba queriéndome o yo le gustaba o empezaba a amarme ya no creo que pueda seguir así."

| — ... siempre llega un momento en que no puedo confiar así como así en la gente... y... esta vez tú estás entre esas personas. |

Esas palabras resonando en su mente no lograban dejarlo pensar tranquilo. No podía simplemente.

— ¡Ahh!

— Minhyun tranq...

— Hoshi, si Ren no vuelve me voy a morir.

— No, no, no digas eso...

— Podría hacerlo ahora de sólo recordar todo lo que le hice.

— Oye, si Ren te dejó esa nota diciendo que pensaras las cosas, es porque piensa volver en algún momento; él comprenderá que dijiste todo eso porque estabas molesto por un engaño y...

— Es que no es sólo eso.

— ¿Entonces? No te creo capaz de lastimarlo... bueno, a lo mejor lo hiciste sentimental o psicológicamente, pero no creo que lo hayas golpeado.

— Claro que no. —Se sentó y pasó sus dedos por su cabello con desesperación.

— ¿Entonces?

— Es algo peor.

— Bueno, ya me tuviste con el suspenso mucho tiempo, pues ¿qué hiciste? —Fue más un regaño la manera en que lo dijo. Minhyun se mostró avergonzado, lleno de ansiedad y nerviosismo, cosa que Hoshi bien sabía que no era normal en su amigo. — ¿Minhyun?

El anillo de mi dedo anularDonde viven las historias. Descúbrelo ahora